Capitulo #14.

5.2K 645 112
                                    

Yoongi's POV

Mis manos tocan el picaporte, pero no lo giran.

Decido quedarme pensando unos segundos antes de entrar en el lugar. No sé qué hago aquí porque bien pude haberme ido a mi habitación y dejar las cosas así.

La única excusa barata que tenía era que quería devolverle las cosas a Jimin que había dejado olvidadas en el suelo.

Solo eso. Simplemente eso.

No quiero preguntarle como se encuentra y tampoco debería de estar curioso al respecto; pero no puedo evitar pensar en su expresión asustada al ver a Seokjin como un lobo.

No sé las circunstancias, no sé si lo atacó, no sé absolutamente nada.

Suelto un suspiro y giro el picaporte de la puerta. Supuse que el Omega no estaría en los dormitorios, así que vine directamente hacia el salón de costura.

Me alivia haber acertado mi pensamiento porque la puerta se abre con facilidad cuando se supone que debe de estar cerrada a esta hora de la noche.

No alcanzo a visualizar nada.

El lugar está oscuro en su mayoría hasta que mis ojos se enfocan en la gran ventana que se encuentra detrás del escritorio, las cortinas están corridas dejando ver la lluvia que cae sin cesar del cielo.

Yace Jimin sentado en el suelo, abrazando sus piernas y en silencio. No puedo ver la expresión en su rostro, pero se qué está asustado; porque sus feromonas son fuertes y amargas.

Cierro la puerta a mis espaldas y comienzo a caminar hacia el con lentitud.

Percibo como intenta reconocer mi rostro entre la oscuridad, y una vez que la luz de la luna logra iluminar una parte de mi rostro, sus cejas se suavizan.

—¿Príncipe...?-

Parpadeo un par de veces.

Me siento un poco sorprendido al notar sus ojos llorosos, y el parece recordarlo porque se los seca con el dorso de su mano con rapidez.

Decido no decir nada al respecto.

—Te traje tus cosas. —le hago un gesto mientras dejo los objetos encima del escritorio.

Jimin me observa en silencio. No alcanzo a leer con claridad su expresión, por eso determino acercarme a la ventana justo en frente de él.

Generamos contacto visual durante unos segundos. Tiene los ojos ligeramente rojos y las pestañas mojadas.

No puedo negar que es bonito.

Intento no parecer un desalmado por lo que pregunto:—¿Estás bien?

Le toma un tiempo contestar.

—Si. —formula con simpleza, desviando la mirada a través de la ventana.

Chasqueo la lengua. Cuando se trata de Omegas como Jimin, debo de llenarme de paciencia.

—¿Por qué estás llorando, entonces? —supongo alzando las cejas.

Aunque ser paciente no es una virtud mía.

No soy el más suave sobrellevando emociones, mucho menos cuando ni siquiera puedo manejar las mías.

Pero aquí me encuentro con Jimin.

—No estoy llorando. —replica con un tono indiferente que logra irritarme.

Suelto un suspiro, —¿Estás enojado?

—No.

Mierda.

El modista del rey |Yoonmin omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora