Capitulo #13.

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Park Jimin's POV

Odio no poder mantener mi vista fuera de Yoongi.

Es insoportable.

El Alfa se encuentra en la mitad del jardín trasero con el cuerpo sudoroso —sus feromonas siendo extremadamente notorias— y en su mano derecha tomando una espada.

Probablemente una katana.

Jamas hubiese imaginado que el practicaría algo así, pero sin duda no me sorprendía —tampoco es como si lo conociera lo suficiente para hacer suposiciones—.

El Alfa tenía una tremenda agilidad para moverse, claramente era algo que tenía practicando desde tiempo atrás.

El cabello empapado de sudor le caía sobre la frente, este luciendo más oscuro de lo normal. Tenía puestos unos pantalones sueltos, con una camisa gris deslizándose sobre su clavícula y brazos.

Era muy atractivo.

Nunca había conocido a alguien así. Podría atreverme a decir que su belleza era única. No poseía las facciones más masculinas del mundo, pero cada una de ellas encajaban a la perfección con él; con su personalidad y con su manera de comportarse.

El príncipe se pasó los dedos entre las hebras de su cabello acomodándolo hacia atrás y así, su frente y ojos quedando descubiertos.

Su rostro era impecable de cualquier tipo de imperfección. Su tez lechosa era lisa, y sus labios rojos le daban un contraste casi angelical.

Aunque el príncipe de angelical no tenía nada. Quien diría que a pesar de lucir así, también podía ser insoportable.

Solté un suspiro.

¿Qué hacia viéndolo de nuevo?

Volví mi vista hacia la boina en mis manos. Estaba haciéndole los últimos retoques cosidos a mano. Quería terminar el trabajo del menor de los Kim lo más pronto posible; pero desde que el príncipe Yoongi apareció en el jardín no he podido concentrarme.

Y tampoco quiero devolverme al salón de costuras. Estar encerrado tantas horas ahí había resultado asfíxiante.

Mis ojos se alzan nuevamente hacia el príncipe —no sé la razón, simplemente pasa—, y por desgracia generamos contacto visual.

No me lo esperaba, y mucho menos esperaba la manera en la que sus ojos lucían vacíos con los labios sin intención de curvarse en una sonrisa coqueta.

Simplemente me observa con seriedad, y eso me hace sentir extraño. Casi mal.

Desde nuestra plática en los pasillos, —para ser exactos, en la noche de la presentación de Beomgyu— no ha vuelto acercarse a mi. Probablemente le quedó claro después de que le dije que quería terminar lo que sea que había pasado entre nosotros, y me está sorprendiendo bastante su facilidad de alejarse.

No se ha insinuado, no se ha aparecido en el salón de costura, y no habíamos platicado como solía pasar...

A excepción de cuando estaba apunto de enrollarse con una Omega en la mitad de un pasillo.

La sangre me hirvió y no sé el porqué.

Aprieto los labios, y desvio la mirada de la suya unos segundos más tarde. Su intensidad me hace sentir intimidado.

Diablos, no lo soporto.

Creo que después de todo la idea de seguir mi trabajo encerrado en cuatro paredes no suena tan mal.

No quería tener a Yoongi cerca porque mi cabeza deja de funcionar cada vez que él está cerca.

Me levanto de la banca y tomo las cosas en mis manos, poniéndome la aguja entre los dientes para no encajarla en mis manos en el proceso.

El modista del rey |Yoonmin omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora