Ahí se encontraba Min Yoongi. Sentado en la orilla de su cama, con las piernas abiertas —en una posición despreocupada—, una copa de vino en la mano y un sabor dulce en la boca; esperando a por Jimin.El no sabía cuales eran sus intenciones con el modista. Lo único que podía saber a la perfección era que quería divertirse.
Y principalmente con el.
¿Por qué? La respuesta era predecible y sencilla.
Al Alfa le parecía que aquel Omega de labios jugosos sería alguien interesante de corromper.
Desde aquel día que tuvieron su primer encuentro simplemente tuvo ganas de controlar la actitud de mierda que tenía Jimin.
El heredero al trono le parecía gracioso el pensamiento de que corrieran al nuevo modista por la misma razón que corrieron al pasado; pero a él le gustaba pensar que era diferente a Kim Seokjin.
Sabía que podría ser un error, pero vamos, la vida en el palacio era aburrida. Lo único que tenía clavándole el pensamiento como una espina era su desesperada búsqueda por un Omega.
Pero esta noche no quería pensar en eso.
Al otro lado de la puerta de Min Yoongi, se encontraba un vacilante Jimin.
Tenía el rostro rojo —no sabía por qué—, el cabello despeinado y los labios mallugados de sus propias mordidas. Tenía la certeza de que estar obedeciendo al pálido Alfa no era muy buena idea, pero de cierta forma, había sido obligado.
Jimin se sentía cohibido y nervioso. La presencia de Yoongi le ponía muy nervioso. Su maldita mirada le revolvía el estómago —y no se refería a un sentimiento de disgusto—, sino que, su maldito lobo inferior se sentía tan débil cuando él estaba cerca; y le molestaba.
Giró su rostro hacia la derecha, de donde se aseguró de que nadie —ni siquiera el soldado que Yoongi había llamado "amigo"— estuviera cerca.
Soltó un suspiro provocando que sus mejillas se inflaran mientras daba unos suaves toques contra la gigante puerta de madera.
El corazón le latía con mucha fuerza, y Jimin se sentía levemente irritado por el nerviosismo que no podía controlar sobre su cuerpo.
"¿Por qué estás tan nervioso? Ni siquiera es tan guapo." La parte humana de Jimin objetó.
Cuando la puerta se abrió, el Alfa tuvo que reprimir una sonrisa al observar como aquel chico lucia tan afectado, con sus mejillas rojas y la ropa desaliñada.
El menor estaba usando una pijama de cuadros, que consistía en un pantalón suelto y una camisa grande que se le deslizaba de los hombros.
No podía negarse que tenía una belleza única, por eso, estaba más que firme con su idea de divertirse con él.
O eso era lo que pensaba.
—Buenas noches, Su Alteza. —el Omega se apresuró en dar la típica reverencia. Se sintió un poco avergonzado por estar usando pijamas en frente del próximo rey. —No pude ponerme algo adecuado porqué...-
Pero Min Yoongi no estaba escuchado lo que salían de aquellos esponjosos belfos. Simplemente se concentró en las expresiones faciales que el menor hacía.
Terminó alzando una ceja, optando una postura relajada y a la vez, dominante.
—No te preocupes, Jimin. —dijo en un tono ligero una vez de que terminó de parlotear.
Pasaron unos segundos de silencio, donde ambos se dedicaron a verse los ojos.
Era algo que secretamente disfrutaban. Algo que hacían olvidar lo diferentes que ambos eran.
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El modista del rey |Yoonmin omegaverse|
FanfictionMin Yoongi es el heredero al trono de Corea. Es un Alfa antipático, sarcástico y cortante. Los integrantes del Clan Real de las Siete familias le tocan los cojones por ser el sucesor, y probablemente eso cause más de mil problemas en su escala com...