El modista del rey |Yoonmin omegaverse|

Capitulo #08.

Jimin's POV

Esta noche, el reloj marcaba cinco minutos para las diez de la noche —O sea, el horario límite para deambular por los pasillos del palacio—. Era tarde, y Min Yoongi no había llegado para darle los ajustes finales a su traje.

Todos habían venido, excepto por el. Me pregunto si había estado ocupado o si simplemente había faltado para molestarme.

Habían pasado tres días desde la última vez que lo vi, y aún así no había aparecido a pesar de haber sido avisado de que tenía que pasarse por aquí.

Mi parte chismosa se explicaba la razón de su ausencia por lo que había escuchado mientras le arreglaba el vestido a la princesa Bae, Irene.

Había estado al lado de Moonbyul, mientras platicaban sobre cómo el rey quería que Min Yoongi se casara.

—Estoy muy sorprendida. —Moonbyul chasqueó la lengua, cruzándose de brazos. —¿Cual sería la puta razón?

Irene suspiró tan fuerte, que hizo mover el cabello de mi frente mientras le acomodaba las hombreras.

Mis ojos se desviaron levemente hacia ella, manteniéndome firme en mi creencia de que nadie en el maldito clan era feo.

Todos irradiaban tanta belleza, que ni siquiera podía creerlo. Incluso podía llegar a decir que la princesa Irene, me parecía la personificación perfecta de la realeza.

Con esos rasgos tan delicados e imponentes.

Lastima que la belleza no lo era todo, porque en su mayoría, tenían unas actitudes de mierda.

—Estoy segura de que es algo mucho más serio de lo que creemos. —explicó con voz seca. —El rey Min siempre se guarda todo.

Me agaché para examinar la cola del vestido mientras seguían hablando al respecto.

Tenía que admitir que los chismes del palacio no se podían comparar a los que habitaban en mi vecindario.

Tenía entendido que habían despedido a la anterior modista por un enrollo, que según me había contado Kihyun, había sido el hermano mayor de los Kim, Jin. Y ahora mismo estaba escuchando en primera plana que el heredero al trono estaba buscando a un Omega.

¿Sería esa la razón por la cual no ha aparecido tras tres días? Seguramente estaba recorriendo por todas las calles de Seúl, buscando a un Omega que le quede la zapatilla de cristal.

Torpemente, dejé salir una sonrisa tonta.

Después de que aquellas Alfas se marcharon, llegó el protagonista de la presentación, el príncipe Choi.

Beomgyu había entrado al salón con las mejillas sonrosadas y soltando feromonas muy dulces. Me saludó y me dijo que estaba muy ansioso por ver lo que había hecho a su medida.

Jamás había preparado algo tan lujoso y...ambicioso para alguien; y ver el brillo en los ojos del Omega menor del clan real me hizo sentir aliviado y feliz.

Desde el poco tiempo que tenía conociéndolo, podía deducir fácilmente que era muy callado y reservado. No se si me gustaba hacer suposiciones, pero lucia afligido en su mayoría, como si se contuviera de muchas cosas.

Sin embargo la petición que me hizo, me tomó con la guardia bien baja.

Beomgyu comenzó a vacilar durante un largo minuto, y aquello me puso en alerta.

¿Y si algo no le gustaba del traje que le había hecho? Era obvio que no tenía la valentía para decirlo con sencillez.

Alcé ambas de mis cejas.