- ¿Qué?- no podía creer lo que acababa de escuchar.
- Lo que oyes Cris, por eso también sigo a esas personas, por eso me interesé por ti y por eso llevo aquí más de un año y estoy desesperado porque no he averiguado nada.- Suspiró. En su cara se notaba la frustración. Me senté a su lado y cogí su mano.
- James eres realmente bueno en esto, seguro que pronto conseguirás lo que quieres, estoy segura.- le dije.
El apretó mi mano con más fuerza y después se levantó.
- ¿Quieres algo de beber? No quiero arruinar nuestra cita.- Sonrió.
- Normalmente te hubiera dicho que no es una cita, pero tengo sed así que tomaré un seven up.
- Que excusa tan mala, se que estas deseando pasar tiempo conmigo.- Dijo. ¿Por qué tenia que ser tan... Tan.. Perfecto?
- Lo que tu digas, traeme mi bebida o me desidrataré.- bromeé.
- Oh si, iré lo más rápido posible, vaya a ser que cuando vuelva te hayas deshidratado que desconsiderado por mi parte.- puso una cara que me hizo mucha gracia.
- No seas bobo, aun tienes preguntas que responderme así que rápido.
- Eres muy exigente Cris Williams.- se dirigió hacia la cocina y volvió muy rápido, se sentó a mi lado.- Bueno, he sido rápido como tu querías, estoy preparado para la siguiente pregunta.- Se acomodó en el sofá.
- Mmmmm... ¿Estas tu solo aquí?- Pregunté.
- Bueno, no exactamente, estoy yo y mis cuatro hermanos.
- ¿4 hermanos? ¿Y como es que nunca están aquí? Además no cabrían.
- Ven, voy a enseñarte algo.- Me cogió de la mano y me llevo hasta el cuarto donde dormí la otra noche, el suyo.- Tienes que prometerme que no diras nada de todo esto.- Asentí.
Abrió la puerta de su armario, retiro una de sus chaquetas y detrás de esta había una palanca de metal, con su otra mano libre la bajó e inmediatamente la parte de atrás del armario subió y dejó paso a otra puerta de metal, la abrió y no podía creer lo que estaba viendo. Era una casa completamente diferente a la que habíamos estado antes, la de James parecía muy vieja y esta en cambio, tenia las pareces blanco roto, el suelo decorado con madera de un tono claro, los muebles eran o blancos o de madera y los accesorios de diferentes colores, en la sala donde nos encontrábamos había varios sillones y una enorme televisión y 4 chicos asombrados por mi presencia.
- Hola soy Cris.- Sonreí. Intentaba romper el hielo pero seguían petrificados. Ahora miraron a James con una mueca de confusión.
- ¿Qué esta haciendo ella aquí?- preguntó una voz ronca que salia de un chico con aspecto rudo.
- Tranquilo, se que puedo confiar en ella.- Dijo James. Una sonrisa se me escapó por la firmeza con la que lo dijo.
- No pierdes el tiempo hermano.- Rió un chico de ojos azules.
- Basta de tonterías.- Suspiró.- Cris.- Me miró otro chico de ojos azules pero que era algo mayor que el anterior, todos eran jodidamente guapos.- Disculpanos un momento, tenemos una charla pendiente.
- Sisi, no quiero molestar, hablar lo que queráis yo..
- Tu te vas.- Volvió a hablar el chico de la voz ronca. Era muy guapo pero su semblante serio me causaba escalofríos.
- No, tu te quedas aquí y me esperas.- Dijo James.
- Yo haré lo que yo quiera.- Dije. Noté la mirada asesina de James y por ultimo el cuarto hermano que dejó de mirar la televisión para mirar el panorama, tenia un aire hawaiano, estaba muy moreno y su pelo era rubio, como ya decía, menudos hermanos.- Bueno que será quedarme aquí y esperarte...- Tenía que hacerle caso, es decir, me había enseñado todo esto, confiaba en mí, no podía hacerle ese feo.
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Infiltrada (terminada)
RomanceCristina es una agente de policía normal y corriente hasta que le encomiendan una de la misiones mas difíciles y peligrosas de su país. Tiene que ser impecable para conseguir el mérito necesario para su agencia de policías debido a que hay una gran...