Infiltrada (terminada)

capítulo 19

Abrí poco a poco los ojos, seguía viendo algo borroso. Miré a mi alrededor y me encontraba en la casa de James, en la parte que conocí a sus hermanos. Me incorporé y miré que en el otro sofá estaba James todavía completamente dormido. Me levanté y sentí un ligero pinchazo en mi costado, levanté mi camiseta y vi una enorme venda colocada en la herida.

Escuché ruidos en la cocina y me levanté  a ver quien era.

- Creí que tardarías más en despertar, eres dura, debo reconocerlo. - La voz de Ian hizo que me paralizara.

- Mmm si, supongo ¿Tu nos salvaste?- Pregunté

- Si, después de tu llamada supuse que  tendríais problemas, aunque siento decirte que mi intención era dejarte ahí tirada.

- ¿Y porqué no lo hiciste? - Fruncí el ceño.

- Supongo que mi conciencia no me lo permitió.- Se giró para dirigirse al fregadero y lavarse las manos llenas de sangre.

- Tu tan amable como la primera vez  ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?

- Un par de horas.- Respondió.

- ¿Y qué es eso?- Dije señalando a un saco negro que había en el suelo.

- Bueno, esoooooo es el cadáver de la mujer, apuntaste bien.- Me tendió mi navaja.-No podemos dejar pistas de dónde estamos, además nadie la echará en falta.

- Eso es muy triste...

- Ya, pero es la realidad.- Contestó frío.

- ¿Por qué me llamó James?

- ¿Nunca te han dicho que haces muchas preguntas?- Estaba incómodo con la conversación.

- Si, pero me da igual.- Afirmé y se le escapó una pequeña risa.- ¿Por qué te caigo mal?

- Cosas que no te incunben.- Volvió a adoptar su rostro serio.- Ahora vas a ayudarme a desacernos del cadáver.

- ¡¿Yo?!- pregunté alarmada.

- Si tú, tu la mataste y en parte estas metida en esto así que es problema de todos.

- Yo... Yo...

- Coge la pala que hay en la habitación de James, te espero fuera en el coche.- Asentí.

No quería hacerlo, pero enrrealidad llevaba razón, yo la había matado y también era mi problema.

(....)

- ¿Cuánto queda?

- ¿Puedes callarte? Estoy intentando pensar.- Dijo enfadado.

Bufé.

Llevábamos  como 30 min conduciendo para esconder un maldito cadáver, no se a que parte del bosque quiere llegar este chico.

- Ya llegamos.- Aparcó el coche a un lado del camino.- Venga hagamoslo cuanto antes.

Asentí.

Cogimos cada uno una pala y nos adentramos con la bolsa en el interior del bosque, comenzamos a cabar lo más rápido que pudimos.

- Vamos, coge el saco.- Me ordenó.

- Haber, relajate y sin exigencias.

- Mira Cris, yo no he pedido que entres en nuestro grupo o como lo quieran llamar, me caes mal y si no hacemos esto ahora la vamos a liar y mucho así que trae el jodido saco.- Levantó la voz.

- No te soporto.- Dije.

- El sentimiento es mutuo.

(...)