Infiltrada (terminada)

capítulo 5

Llevabamos en el avión bastantes horas, al aterrizar tendríamos que coger un tren que nos llevase directamente a broadstairs.

Después de un largo desembarque y un par de horas de espera, ya estábamos en el tren, aunque yo no parecía enterarme de mucho:

- Cris, hey cris.- Daniel me zarandeaba de manera delicada para despertarme.

- Déjame tranquila antes de que tus partes íntimas acaben mal Daniel.- susurré adormilada.

-Cris, casi hemos llegado o debería decir.... Casi hemos llegado cariño. Me guiñó un ojo.

- ¿No crees que esto va ser un poco incómodo?- pregunté.

- La verdad, para mí no me va a resultar difícil, es decir... que no se, te tengo un cariño especial.- miró hacia abajo.

- ¿Cariño especial?

- Claro llevo mucho contigo, es lo normal.- Dijo seguro.

- Ah, creía que te referias a otra cosa.- quería sacarle de una vez lo que de verdad siente por mi aunque veo que es difícil.

- Bueno pues es eso.- Se incorporó.- Voy a por un café para despejarme ¿Quieres algo tú?

- Sí, un capuccino por favor.- Sonreí tiernamente.

- Marchando rubita.- sonrió de lado dejando ver su perfecta fila de dientes.

Estaba confundida, estaba sintiendo diferentes emociones en poco tiempo, miedo por el viaje, responsabilidad por ser la mejor, confusión por Daniel.... Yo a el le quiero pero no se si es amor o es simplemente una gran amistad.

BOM!

Cuando estaba mirando el paisaje y terminando de aclarar mis ideas, una gran explosión se esparció por la parte delantera del tren, donde estábamos nosotros. Una terrible sensación de angustia inundo mi ser, no pude pensar mucho porque en medio segundo de este horrible panorama, ya tenía encima la enorme ola de humo ardiente, sujete mi cabeza entre mis manos con fuerza y corrí a tirarme al suelo, no pude evitar pensar en Daniel que estaba en la parte donde justo se había producido el accidente.

No habíamos llegado y ya estaban ocurriendo estas cosas.

Comencé a notar un dolor en mi pierna, seguido  de un ardor en mi hombro, no se exactamente la razón por la cual comencé a adentrarme en un profundo sueño, quizás por el humo o por el estrés pero se que me desplomé.

No comprendía nada de lo que me había pasado.