♤Inside 《Nevra/Eldarya》

LVI. MÍRAME

*Canciones recomendadas por la autora para el siguiente capítulo: Asking Alexandria- Into the fire acoustic version, Nathan Wagner- Don't forget me y Talking to the moon- Bruno mars. Cualquiera puede causar el efecto deseado.
Lloren en paz...*

Sus ojos le seguían embelesados por el brillo que emanaba de su cabello, a pesar de aquel aura tan oscura que le seguía, se veía hermosa como siempre; sin embargo, estaba tan ensimismado observando cada detalle de ella que no se percató que realmente no estaba solo. Una espada se alzó sobre su hombro derecho, deseosa de tajar una porción de su piel blanca.

Nevra sintió el aire golpear su rostro, girándose al instante para descubrir al elfo tirando un tosco cuerpo al suelo.

-¿Qué haces? Esto es una guerra, no puedes pasearte por allí como si fuese un día de campo-le reclamó limpiando la espada en su pierna.

-Yo…

Pero de repente Ezarel la vio detrás de su amigo, descendiendo de una manera espectral con aquella neblina violeta rodeándola. Ella analizaba la batalla, detallaba los rostros inexpresivos de los muertos, le prestaba total atención a la sangre.

-Ya no es Nevae-le interrumpió.

El vampiro asintió pasando saliva, pero no había tiempo para lamentarse, la batalla continuaba en pie.

Una figura ágil y pequeña bajó a los segundos por el tronco del árbol, camuflado por las sombras se deslizó hasta llegar al borde y miró hacia todas partes.

-¡Nevra!-la voz de su hermana no hizo más que congelarle más de lo que ya estaba.

Ambos se giraron hacia su derecha, entre los escombros humeantes corría la silueta de Karenn, la mascada estaba envuelta aun en su cabeza, sus ropas tenían tierra y rasguños, pero seguía intacta.

Al llegar frente a ellos se enroscó en el cuello de su hermano y sollozó, temblaba del miedo, pero él de furia.

-¿Qué haces aquí? Deberías seguir en Balenvia.

-No podía dejarte solo…-negó agitada.

-¡Tenías que quedarte allí! ¿Qué haré yo si te pasa algo? ¿Cómo sigo viviendo si es que te hacen daño?

-¿Y cómo pretendes que yo siga con la mía sin ti?-le interrumpió-Eres egoísta.

-¡Si, si soy una mala persona por intentar salvarte la vida entonces lo soy, no me interesa!

-No intentes cambiar todo-negó.

-Ve a esconderte, en donde sea. Necesito que estés segura.

Una segunda lluvia de flechas se lanzó, la bruma oscura se vio atravesada por las puntas plateadas amenazantes, pero antes que los hermanos siguieran su discusión un chillido les interrumpió de golpe. Los tres voltearon a ver la figura pequeña que estaba en el suelo cerca del cerezo con una flecha atravesándole el estomago.

La sangre se esparcía por el suelo lentamente, mientras sus ojos divisaban con atención descifrando de quién se trataba.

Los temblores en el cuerpo de la vampiresa se intensificaron, sintió sus ojos arder y su garganta seca. Ezarel empuñó con mas fuerza la espada y sin meditarlo se lanzó hacia donde estaba su cuerpo herido, al mismo tiempo Nevra sujetó por la espalda a su hermana que intentaba desesperadamente correr hacia él.

-¡Suéltame! ¡No, déjame ir Nevra! ¡Te lo suplico!-lloriqueaba jaloneando.

-Karenn, Ez se encargará.

-¡Te digo que me sueltes! ¡No voy a dejarlo solo!-jadeó viéndolo una vez más.

El elfo sujetó su brazo con fuerza y lo cargó sobre su hombro arrastrándolo con dificultad hacia el CG.