La noche ya caía sobre Eldarya, de la única forma que yo lo notaba era porque el ambiente comenzaba a tornarse un poco más frío y las luces cobraban más brillo dentro de la cueva. Krima seguía durmiendo a mi lado, ni siquiera se había mosqueado ante la presencia de Lance, yo solo divagaba una y otra vez en mi mente.
Posiblemente esto no sea un sueño, pero de no ser así ni siquiera veía posibilidad de llegar a este lugar, es decir en mi realidad la magia es impensable e inexistente.
Desde que tenía seis años que deseaba ser bruja y hacer hechizos como en Abracadabra o HalloweenTown, como todas las niñas de mi edad. Pero a medida que crecía me di cuenta que era imposible mover o aparecer cosas con magia, la magia radicaba particularmente en el poder de la naturaleza, al menos de donde venía, si eras benevolente con la madre tierra ésta te proveía de plantas y hierbas medicinales. Era toda la magia a la que podía aspirar.
También practicaba la cartomancia y la adivinación en general. Gracias a mis dotes artísticos, y siete años en una escuela de artes, podía darme el lujo de diseñar y crear mis propios elementos brindándoles mi energía.
Entonces, al cumplir veinte años me dediqué completamente a mis estudios con respecto al paganismo.
Eso significaba únicamente que era imposible de cualquier forma poder atravesar un portal dimensional mientras dormía desde un mundo donde no existe la magia.
Pero estando aquí todo luce real, todo es diferente e interesante. Por lo tanto trataré de pensar que el sueño es demasiado lúcido que quizás estoy en un viaje astral.
Los pasos pesados de cuatro botas comenzaron a hacer eco por las escaleras de la cueva, miré instantáneamente a Krima susurrándole que volviera a cambiar su forma, tengo entendido que los BlackDog no son bien recibidos en este lugar y preferiría que pasara desapercibida.
Mi familiar se cubrió con una nube violeta perdiéndose nuevamente entre las sombras, ni siquiera estoy segura a donde va o si solo se ocultaba bien, pero en estos momentos me parecía la idea más sensata.
Frente a mí apareció nuevamente Jamón y Valkyon con cadenas nuevas, abrieron la jaula tironeándome para salir y colocando alrededor de mi cuello y mis manos las nuevas cadenas.
-Vaya, veo que me compraron joyería nueva-reí sintiendo como apretaban más las de mis manos-¿Las elegiste tú, cariño?-miré sobre mi hombro a Valkyon-Son totalmente mi estilo, esto es otra señal para que sepas que somos almas gemelas-le guiñé un ojo.
Él ni siquiera respondió y solo me empujó por los hombros para que comenzara a caminar, Jamón se colocó delante de mí jalándome con la cadena de mi cuello y Valkyon iba detrás sujetando las de mis muñecas.
Las interminables escaleras solo aumentaban más mis ganas de echarme una siesta y puesto que iba escoltada de las dos criaturas más parlanchinas de Eel mi único remedio era aguantar y seguir.
Al llegar a la estancia del CG se apresuraron en llegar al pasillo, supongo que para que nadie me vea, posiblemente les aterraba una humana, como en el juego yo les suponía una amenaza o un problema. Pero más allá de hablar o bromear no era capaz, ni siquiera tengo buen estado físico.
Empujaron pesadamente las puertas de la Sala del Cristal dándome la perspectiva de toda la guardia brillante. Miiko y Leiftan encabezaban el grupo, parados con el ceño fruncido, detrás estaban Keroshane e Ykhar con los ojos abiertos expectantes ante mi presencia, luego de ellos solo estaban los insignificantes Ezarel y Nevra, ambos tenían el rostro cansado con algún que otro destello de aburrimiento.
Me dejaron frente a ellos y todos se colocaron en un semi circulo inspeccionándome, finalmente Miiko dio un paso al frente tratando en vano de relajar su ceño molesto.
-¿Qué es lo que quieres de Eel?-cuestionó colocando una mano en su cadera.
-Nada-enarque una ceja.
-¿Por qué estabas en la sala del Cristal? ¿Cómo entraste? ¿De parte de quién vienes?-su tono de voz comenzaba a subir-No me hagas perder la paciencia.
-Miiko, relájate, con brusquedad no resolvemos nada-interrumpió Leiftan colocando una mano en su hombro.
-¿Cómo llegaste hasta la sala del Cristal?-insistió suspirando.
Pestañeé pensando una y otra vez, mi historia no resultaba creíble, no había forma de llegar hasta este lugar sin magia de por medio y magia era algo de lo que yo carecía.
Mi cabeza intentó rebuscar nuevamente el primer episodio de Eldarya para pensar qué había dicho Gardienne para salvarse de esta situación, era la mejor opción. Cruzar un círculo de setas y llegar de repente, hasta rozaba lo estúpido pero era algo creíble para ellos.
-No nos hagas perder el tiempo, humana-bufó Ezarel desde la izquierda.
-Yo paseaba por el bosque y encontré un círculo de setas, cuando me acerqué a verlo bien fui cubierta por una luz blanca y aparecí aquí-resumí lo poco que recordaba del primer episodio.
-Un círculo de hechicería-murmuró Kero.
-Es prácticamente imposible que la traiga hasta la sala del Cristal-negó Miiko- Las paredes contienen un hechizo evitando las transportaciones hasta este punto.
-Dinos la verdad, mentirosa-exigió el duende.
-No miento, soy humana, no tengo idea de lo que hago en este lugar-fruncí el ceño alargando mis palabras- Se supone que los seres como ustedes no existen.
-Claro que existimos, escoria-gruñó el mismo.
-Cuidadito con como me hablas, duende-lo miré cansada.
-Ezarel cierra la boca-susurró Miiko-Suponiendo que te creemos, que apareciste aquí por casualidad pura. ¿Qué hacías con un Perro Negro intentando tocar el cristal? ¿Y dónde está ahora?-cuestionó cruzándose de brazos.
-Cuando llegué solo estaba a mi lado, el cristal me llamaba la atención y traté de tocarlo. Sólo me parecía bonito-me encogí de hombros.
-¿Y dónde está?-insistió Nevra.
-¿Krima? No lo sé, solo va y viene. Es un animal libre-miré a mi alrededor.
-¿Hablas esperanto?-preguntó Ykhar confundida.
-Sólo sé lo básico, es una asignatura en Literatura-asentí.
-Bien… ¿Qué debemos hacer con ella?-preguntó Leiftan mirando de reojo a Miiko.
-No se puede quedar en la guardia, me parece sospechosa-negó Valkyon acercándose.
-Solo es una humana-insistió Ykhar.
-Apareció con un BlackDog en la sala del Cristal y ni siquiera sabemos si es verdad que no sabe donde está-negó Ezarel.
-¿Si saben que sigo frente a ustedes?-enarqué una ceja-Si quieren puedo intentar llamar a Krima. ¡KRIMA!- exclamé mirando a mis costados.
Enseguida la neblina violeta se formó a mi lado, despejándose poco a poco para mostrarme a mi familiar. Todos se quedaron mirándonos al momento en que daban un paso atrás algo sorprendidos.
-Esto no es normal-negó Nevra-Todos saben lo que me costó domesticar a Shaitán, y esta solo apareció con uno, siendo “humana”.
-¿Díganme para qué querría un familiar de ese calibre?-cuestionó Leiftan sin dejar de mirarme.
-Quizás sea su alimento, deberíamos esperar a ver cuando se la come-sonrió Ezarel señalándome.
-Y luego volveré a verte en las noches-sonreí guiñándole un ojo.
-¡Basta!-exclamó Miiko.
Toda la sala comenzó a brillar, el cristal volvía a palpitar como la vez en la que yo había llegado a aquí, giramos a ver un halo de luz blanca que poco a poco se disipaba desprendiéndose de ella la silueta del Oráculo. Parecía celestial. Cubierta de plumas con un brillo tornasolado de colores pastel.
Se acercó lentamente hasta donde estaba, entonces descubrí que ésta era la parte en la que me creían y me dejaban participar de las guardias, al menos así sucedía en el juego.
El silencio reinaba a espera de que alguien deseara hablar, entonces el Oráculo extendió su mano lentamente hacia mí señalándome siendo seguida por la mirada de todos los presentes.
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♤Inside 《Nevra/Eldarya》
Hayran KurguEn la mayoría de historias de fantasía vemos un héroe, quien es el encargado de restaurar todo y ayudarle a todo el mundo. Yo llegué a este lugar por un capricho y tuve que quedarme por la simplesa que éste comprende. Me encariñé con muchas personas...