XVI. IDIOTA

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Nevra



Nevae salió molesta de la habitación, ni siquiera sé por qué me comporte de esa manera pero me molestaba tanto la idea de que quiera cambiarse de mi guardia que no lo permitiría, creo que más bien era porque me parecía insultante que una humana considere que la Guardia Sombra no es suficiente para ella.

Miré la puerta un par de veces y luego salí, caminando por los pasillos en dirección a la biblioteca para hablar con Kero, necesitaba saber si era posible que ella se cambiara de guardia e impedirlo.

Unas manos me interceptaron en medio del pasillo, delicadas, de inmediato reconocí una fragancia a caramelo, dando con la dueña de ese aroma.

-Hola Nevra, ya llegaste-sonrió apoyándose en la pared.

-Anaé-sonreí-¿Me extrañaste, p…-me interrumpí inmediatamente, no podía decirlo-pequeña?-sonreí de lado nervioso.

-Muchísimo, el CG no es igual sin ti-alargó acariciando mi cuello con sus dedos delicadamente.

-Lamento dejarte, pero ya sabes, tenia que cumplir una misión.

-Ni me lo digas-bufó mirando a otra parte-te fuiste con la humana trepadora esa.

-No puedes hablar así de ella-fruncí el ceño molesto.

-Ni siquiera puede con un entrenamiento simple, imagino la carga que debe haber sido durante todo el viaje-colocó su mano en mi mejilla.

Eso me molestaba, ¿por qué? No tengo ni idea, pero me molestaba demasiado como para ser verdad.

De todas formas no podía permitir que se supiera que trato de defenderla, esta en juego mi reputación.

-La verdad-asentí agachando la cabeza agotado.

-¿Necesitas que te ayude en algo?-sonrió de lado sugerentemente.

Pensé por unos momentos, sonaba bien intentar desconcentrarme un rato luego de un largo viaje con una carga tan pesada, ladee la cabeza dudoso. A lo lejos oí la voz de Karenn, miré a Anaé, sabía que si mi hermana me viera coqueteando se encargaría de llevarme lejos, ella detesta mis compañías nocturnas.

-Lo siento, podemos dejarlo para después-me aparte sonriendo de lado.

-No hay problema, nos vemos luego-se alejo balanceando sus dedos.

Caminé nuevamente por el pasillo escuchando con más claridad la charla de mi hermana y Nevae, iban a ir a beber algo a la cantina, era mi oportunidad perfecta para hacer mi mejor aparición. Esperé que entraran y luego de unos segundos debatiéndome si ir o no entré.

-Sigue en pie la oferta de adoptarte-dijo Nevae guiñándole un ojo a Chrome que iba con Karuto.

Sonreí de lado acercándome hacia ellas.

-No lo soportarías ni dos días-acoté llegando detrás de la pelirroja.

-¿Y a ti quién te invitó a la conversación?-dijo volteándose a verme sobre su hombro molesta.

-Yo me invito cuando quiero-respondí sentándome en el lugar del lobito.

-Agh, si este sujeto se queda mejor me marcho-gruñó señalándome mientras miraba a Karenn.

-Nev, queríamos hablar con Nevae-dijo codeándome-No la molestes.

-¿Echarás a tu propio hermano? Que desagradecida-la miré colocando una mano en mi pecho con fingido dolor.

-Pueden convivir los dos-sonrió Alajea colocando una mano sobre el antebrazo de Nevae.

-Si, Nevae, podemos convivir los dos-la miré sonriente.

-Cierra el hocico, ya te dije que no quiero nada de tu parte-respondió molesta señalándome mientras se apoyaba en el respaldo de su silla.

Lavanda. Hasta donde estaba podía sentir el olor a lavanda que desprendía su piel, pero ¿por qué diablos pienso en eso en estos momentos? Estamos peleando.

Si mal no recuerdo una vez que estaba molestándola, ella me miró a los ojos y dijo lo mismo, lavanda. ¿Qué tiene que ver eso en este instante? No tengo idea. Pero por alguna razón desde la misión juntos mi mente no deja de traer a colación momentos con ella.

-Cuanta agresividad, preciosa-abrí los ojos.

-¿Aún no le has pedido perdón?-Karenn me volteo a ver molesta.

Mierda, cierto que Karenn quería que tuviésemos una buena relación.

-¿Acaso no me escuchas nunca?-enarco una ceja.

-Si, ya hablamos, pero tu hermano es un caprichoso-señaló cruzándose de brazos.

-Nevae es una niña caprichosa que cuando no le doy las cosas que quiere se molesta-reí colocando un brazo sobre los hombros de Alajea.

La sirena se estremeció levemente ante mi repentina cercanía, sabía que yo le atraía y me encantaba causar eso en las chicas como ella, tímidas y adorables.

-Eres un vampiro idiota que no mira más allá de si mismo.

-Basta de halagos, linda-carcajeé mirándola de reojo.

¿Por qué me estoy comportando como un patán de cuarta?

-¿Qué fue lo que le pediste?-preguntó Karenn mirándola curiosa.

-Lo mismo que me piden todas, pero como no quise besarla se enojó conmigo-acoté sonriente volviendo a mi lugar en la silla.

Entonces, quiero creer que deseaba molestarla en este momento, porque la cara que hizo realmente me asustó. Frunció el ceño, apretando sus labios en una línea delgada mientras arrugaba su nariz, su cabello caía sobre sus hombros en ondas despeinadas, lo que hacían darle un aspecto algo adorable. Lo cual era raro, dada la situación.

-Suficiente, te partiré la cara-exclamó golpeando la mesa con la palma de la mano.

-¿Por qué tantos gritos?-preguntó Valkyon llegando hasta nosotros.

-Querido, ¿puedes llevarte a tu amigo el tuerto a otra parte?-dijo sonriente girándose para tomarlo de los brazos.

Me sentí tan herido, no se si por sus palabras o por la forma en que su actitud cambió tan repentinamente cuando llegaba mi amigo, ésta última muy bien no sé por qué, se supone que les ayudaría para que sean pareja. Pero algo me molestaba.

-¿Las está molestando?-preguntó mirándolas a las tres.

-¿Qué haces en mi silla?-dijo Chrome llegando a nuestra mesa con una bandeja con las bebidas.

-Si Valkyon, llévatelo-contestó sin mirarme-Chrome, mi cielito puedes sentarte en cuanto se marche la peste.

Mi hermana sintió mi incomodidad, o molestia, o dolor, no estoy seguro bien de cual pero enseguida se acomodo en la silla mirando a Nevae.

-Nevae, no seas tan cruel con Nev.

-Vámonos amigo, no es digno que te quedes donde no te quieren-dijo Valkyon jalándome del brazo.

Me paré a duras penas, no quería irme, pero tampoco quería quedarme, Nevae había herido mi pequeño ego, por como se comportaba con Valkyon, por como me hablaba, por la forma en que ya no me hablaba, mejor dicho.

-Luego vendrás llorando para que te preste atención-exclamé dejándome llevar por un impulso estúpido.

Valkyon me arrastro hasta la puerta, me miró con el ceño fruncido y se cruzó de brazos esperando una explicación que no tenía.

-¿Y bien?

-Valk, amigo, no me mires así-negué evitando mirarle a la cara-Es como si hubiese hecho algo malo.

-¿Por qué pierdes la dignidad de esa forma?-señaló la cantina.

-Yo no pierdo la dignidad-dije rápidamente.

-Es la primera vez que te veo así de ridículo.

-Yo no me comporté como un ridículo-me cruce de brazos.

-¿Por qué Nevae no quiere hablar contigo?-inquirió levantando una ceja.

Miré sin escapatorias hacia todas partes, localizando en el piso de arriba la puerta de la biblioteca, sonreí apartándome un poco señalándola.

-Mejor te cuento en la cena, tengo que hablar con Kero urgentemente-sonreí apresurando mi paso.

-En la cena no te escaparás-exclamo a mis espaldas.

Subí con rapidez las escaleras entrando a la biblioteca ahora inhabitada, decidí sentarme a esperar mientras trataba de aclarar mis ideas.

No quiero que ella deje mi guardia porque en verdad no quiero que se vaya, porque por alguna razón hablar con ella me hace sentir a gusto, porque todo en ella es tan sincero y espontaneo que nunca sé que esperar.

Luego estaba esa sensación extraña que sentía al tocarla, solo su piel, esa sensación que aun no encontraba respuesta y pensaba no encontrarla por el momento. Me asustaba tener que ver a qué se debía.

Entonces, ¿por qué me comporte de esa forma en la cantina?

Creo que había sido un impulso, un impulso repentino de mi mente por comprobar que realmente no era tan fácil tratar con la humana.

La humana que olía a lavanda, que amaba dibujar, que cantaba mirando a la luna, que decía que éramos libres como el océano. Esa humana.

Kero abrió la puerta rápidamente llamando mi atención, di un pequeño brinco en mi lugar volviendo a la realidad, no podía pensar esas cosas ahora, pero aun así no iba a dejar que se vaya.

-Nevra, ¿Qué te trae por aquí?-sonrió el unicornio sentándose en su escritorio.

-Nevae quiere cambiarse de mi guardia-respondí parándome para llegar junto a él.

-Pero si ella me pidió que no la dejara en Absenta-frunció el ceño confundido.

-Bueno, pero vengo contigo, Kero, porque no quiero que eso suceda.

-¿Cómo ha sido su desempeño esta semana?-me miro subiendo sus gafas.

-Regular, pero…

-Entonces, no podrás impedir que se cambie de guardia-dijo interrumpiéndome.

-¿Por qué?-fruncí el ceño molesto.

-El acuerdo con Miiko era que si ella no progresaba en la Guardia Sombra, volvería a su guardia inicial-resumió cruzándose de brazos.

-¿No hay una forma de evitarlo?
-¿Por qué te interesa tanto?-sonrió de lado curioso.

-Por nada.

-Esta bien-rio mirando los papeles frente a él-Si su desempeño no mejora deberá volver a Absenta, esta dicho.

Asentí contrariado y salí de la biblioteca, no puedo evitar que se vaya de mi guardia, la única forma seria que ella coopere y mejore de la noche a la mañana. Pero sé que no lo hará. Menos ahora.

En el piso de abajo, junto a la cantina me esperaban Ezarel y Valkyon, el elfo me señaló sonriente y en cuanto llegue junto a ellos me jalaron dentro de la cantina.

Pasamos junto a la mesa donde aún seguían ella y mi hermana, no pude evitar mirarlas de reojo, Valkyon me miro y buscó con la mirada lo que yo veía, codeándome divertido por haberme pillado.

-¿Qué es lo que te sucede ahora, vampirito?-preguntó Ezarel ni bien nos habíamos sentado.

-Nada.

-Valk me dijo que peleaste otra vez con la humana-enarco una ceja-es extraño, no sueles aguantar una discusión como para llegar a la segunda con una chica.

-Supondremos que no le pediste perdón-asintio el grandote.

-Si lo hice.

-¿Entonces por qué te trato de esa forma en la mesa con tu hermana?

-Porque ella quiere cambiarse de guardia-suspiré apoyando mis codos.

-¿Vendrá a la Absenta?-abrió los ojos el elfo-No, no. Arregla tu problema con ella y no me la tires a mí.

-Ezarel, hablamos de otra cosa-lo retó Valk-Pero si ella no es buena en tu guardia, ¿qué problema tienes con que se vaya? Ayúdala.

-No quiero que se vaya-dije sin pensar.

Ezarel abrió los ojos unos segundos sorprendido, luego los achinó mientras miraba a Valkyon a su lado con una creciente sonrisa de lado.

-¿Y eso por que?-inquirió el grandulón-No te agradan los inútiles.

-Si, Nevra-alargo Ezarel apoyando su mentón en su mano-¿Por qué?

-Estuve pensándolo en la biblioteca…Porque me agrada su compañía-los miré.

-¿Sera esta, acaso, la mujer que logre hacer que no molestes a las mujeres de mi guardia?-sonrió el elfo dirigiendo una mirada pícara a Valk.

-No, sabes que ella está enamorada de ti-señalé a éste último-Solo me agrada estar con ella.

-Te equivocas, yo le atraigo de forma física-negó-el enamoramiento es otra cosa.

-Nevae tiene una idea tan acertada de lo que es el amor-asentí sonriendo ante ese recuerdo.

La luz de la luna en su rostro, mientras miraba a las estrellas y con la brisa salada balanceando su cabello.

-Ahí lo tienes-rio Ezarel-Te estas enamorando.

-Cierra el hocico-lo empuje.

-Incluso utilizas sus extrañas expresiones-siguió riendo.

-Nevra-me llamó Valk-Por esta vez, creo que Ezarel tiene razón.

Lo miré aturdido, no. Yo no.

-Sólo me agrada su compañía, creo que sería una buena amiga-negué.

-Tus excusas para que no deje la Guardia Sombra son estúpidas y estoy seguro que fuiste con Kero para impedirlo-me miro retadoramente-Si las consideraras una buena amiga, no harías eso.

-Yo no me enamoro, ¿de acuerdo?-los miré molesto.

-Tranquilízate, yo digo que puede ser probable-dijo Valk calmadamente-Intenta hablar con ella para ayudarle a que se cambie de guardia, si sigues en esa posición lograras que se enoje más.

Y la veré con la nariz arrugada, el ceño fruncido y los labios apretados.
¿Qué carajos pensé?

-Hare lo que pueda-acote suspirando.

-Me encanta esta siruación-rió Ezarel-El vampirito enamorado-alargó acariciando mi brazo.

-Basta, Ezarel, ve a buscar la comida-acoto Valkyon parándose y jalándolo del brazo.

Estando solo en mi lugar me giré a la mesa donde se encontraban, apoyé un codo en el respaldo de la silla viéndola reír junto con Karenn.

Yo no tengo idea de lo que se siente comenzar a enamorarse, pero estoy casi seguro que de esta forma no es, se supone que uno debe sentirlo, debe tener ganas de ver a esa persona todo el tiempo.

Como…

No, solo son ideas estúpidas.

Karenn giró su mirada lentamente encontrándome viéndolas, achinó los ojos conteniendo una sonrisa y volvió a su lugar, sabía lo que eso significaba.

Horas mas tarde cuando salía de la cantina unos pequeños bracitos me jalaron hacia afuera del CG, mi hermana se sentó en los escalones de la entrada suspirando sonriente con la mejilla apoyada en su mano sobre sus rodillas flexionadas. Aquí venia de nuevo.

-¿Por qué no quieres que se vaya de la guardia?

-Porque no quiero-acoté evitando mirarla.

Ella me conocía tan bien que al instante sabría lo que pienso.

-Nevra, respóndeme bien-insistió.

-Tienes razón, me agrada su compañía y no quiero que se vaya para poder estar mas tiempo con ella-la mire suspirando.

-No lo puedo creer-cubrió su boca con ambas manos emocionada-Te gusta.

-No, no me gusta-negué apresurado.

-¿Si te gusta por que te comportaste como un cretino en la cantina?

-Que no me gusta, Karenn-suspiré agotado-Es una buena amiga.

-Como digas-rio- Debes dejar de comportarte así, déjala que se cambie de guardia.

-No quiero-la miré.

-¿Y me dices luego que no te gusta?
¿Tienes el descaro de mentirle a tu hermanita?-alargó.

-La humana es agradable-reí negando-solo eso. A ella le gusta Valk.

-Oh, pero eso puede cambiar-sonrió-Sé que tú puedes enamorarla.

-Que no me gusta-agite mi cabello nervioso.

-Te conozco-me miro achinando los ojos-te vi durante la cena como la mirabas, no soy tonta. Solo te diré algo, deja de comportarte así con ella-se paro sacudiéndose-No le gusta y solo lograrás que se aleje más de ti.

Ella se marchó dejándome solo pensando bajo la luna, luna que me hacía recordar el viaje o las vacaciones como le decía, me pare yendo a mi cuarto para dormir, a lo lejos la vi caminando hasta su habitación, apresure mi paso tomándola del brazo como un impulso, otro más el día de hoy.

-¿Sigues molesta porque no te quise besar?-sonreí apoyando mi antebrazo en la pared de forma coqueta.

No entiendo por qué cuando estoy con ella sale a flote este lado de mi personalidad, no entiendo por qué todo es tan confuso. Quizás estoy cansado.

-Lo siento, Valkyon-murmuró mirando hacia arriba.

Apreté mis labios molesto.

-No, estúpido, estoy molesta porque no puedes tomarte nada en serio-me empujó abriendo la puerta.

Comenzó a cerrar pero apresuradamente coloque el pie en la ranura de la puerta para evitarlo, la empuje un poco y me incliné mirándola sonriente. Allí estaba otra vez esa expresión, con la luz de su habitación podía ver con más claridad sus pecas sobre el puente de su nariz.

-Nevae, te prometo que tendrás otra oportunidad de tocar estos labios-dije estirando mis labios de forma divertida.

-Nevra, tus promesas son tan vacías como tú-sonrió empujando mi cara con fuerza y azotando la puerta-Si vuelves a intentar entrar en mi cuarto te partiré la cara-exclamó desde el otro lado de la puerta.

-Yo sé que me quieres, preciosa-murmuré para mi mismo.

Solté una ligera risilla volviendo a mi cuarto sintiéndome un perdedor. Esta era la primera vez que una chica me rechazaba de esa forma y me sentía mal verdaderamente.

Pero… ¿Por qué me comporto como un idiota con ella?

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