XXVI. A LA LUNA

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-Recomendación de la autora: Este capitulo es en exceso adorable y romántico por lo tanto si quieren sentir más la emoción del momento escuchen Talking to the Moon de Bruno Mars o Before you Go de Lewis Capaldi. Sin más que decir, disfruten la lectura-

Nevra

Llevaba sentado a la horilla de la playa alrededor de treinta minutos, miraba el agua, las escaleras y luego a mis manos, ni siquiera podía comprender por qué me sentía tan nervioso de que ella llegara.

Pero inclusive ya comenzaba a perder las esperanzas. ¿En qué estaba pensando?

Era obvio que si le decía eso a Nevae me haría la contra y no vendría. Ahora mismo debe estar teniendo una adorable cita con el encantador Leiftan.

¿Lo peor de todo? Además de traerle vino y chocolate robados de la despensa, es que tengo a un millón de chicas que estarían encantadas de venir a cenar conmigo en la playa y yo invito a la única que probablemente me desprecia más en todo el refugio.

Pero en ese momento ni siquiera pude detener mis pies, cuando Valkyon mencionó lo que había escuchado en el cerezo sentí que debía apresurarme y ganarle la partida al Lorialet, creo que mi lado competitivo es lo más fuerte en mi personalidad.

De todas formas, ya llevo muchísimo tiempo confundido por lo que sucede alrededor de Nevae. Aquello que decía el gólem en la cueva, su aura cargada de maldad, aquello extraño que le pasó cuando golpearon a Krima y eso que dijo en la cantina. ¿Cómo supo que no me gustaba la miel? Nunca se lo había dicho.

Sin mencionar esa sensación que se volvía cada vez mas fuerte cuando la tocaba.

Recuerdo la noche del beso... Sentía mi cuello ardiendo cuando sus antebrazos lo rozaron, pero a la vez, se sentía...

-¡Que bueno que sigues aquí!-su voz a mi derecha detuvo mis pensamientos y le agradecía tanto por eso-Temía que te hayas marchado.

Ella llegó frente a mí con un bolso atravesando su torso y el cabello suelo algo desordenado por la brisa del mar, apoyo sus manos en sus rodillas exhalando agotada y elevó un poco su cara riendo con las mejillas rosadas.

-Pensé que me habías dejado plantado-dije serio enarcando una ceja.

-Mi charla con Leif se alargó más de lo esperado, lo siento-asintió enderezándose-¿Te hice esperar?

Voltee mirando al mar nuevamente, sentía mi ego tan herido al oírla llamarlo Leif y además que me dejara esperando, apreté mi mandíbula y me obligue a sonreír indiferente.

-Solo un poco-la mire de reojo-Pero comamos que ya tengo mucha hambre.

Giré sobre mis talones sin esperar su respuesta y extendí la manta colocando los almohadones que tomé prestados de mi habitación, la oí acercarse a mis espaldas poniéndome un poco mas nervioso de lo que ya estaba. Saqué dos farolitos de la canasta dejando uno en cada extremo de la manta y me acomode esperando que ella hiciera lo mismo.

Nevae sonrió emocionada y se desplomó a mi lado quitándose el bolso, quite la mirada de ella e inmediatamente saque la comida y el vino de la canasta.

-¡Vaya! Estaba suplicando que trajeras algo de alcohol contigo-alargó tomando la botella sonriente.

-¿Quieres embriagarte para abusar de mi de nuevo?-pregunté divertido.

-Quizás-rio mirándome de reojo-¿quién sabe?

Sentí que mis mejillas se ruborizaban como si fuese un tonto adolescente y agradecí que estuviese oscuro para que no me viera.

♤Inside      《Nevra/Eldarya》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora