-Jisoo-
Definitivamente no entendía a esta mujer. Lisa es esa clase de chica a la que puedes adorar en un minuto y al siguiente ya quieres romperle las piernas. Dios, que me cuelguen si no hay nadie más allá afuera que piense igual que yo. Cuánto tiempo llevo conociéndola? Bien, perdí la cuenta del número de días que he tenido que soportar esos cambios de humor y ya me estaba hartando su mania de verse como la victima ante cada situación.
Me quedé en el baño, sentada como una pequeña perdedora al lado de una perdedora mucho más grande. No encontraba las palabras adecuadas para decirle "te lo mereces, querida". Y aunque uno de mis fuertes era mi brutal sinceridad, con ella no podía ser así de brusca. Y créeme, no lo digo pensando en "oh, pobrecita; sino que es tan impredecible que podría cometer suicidio hundiendo la cabeza en el inodoro.
Así que permanecí en silencio, mirando la puerta de uno de los cubículos que estaba decorado con toda la jerga femenina que te puedas imaginar. Me costaba creer que había chicas que desquitaban su frustración escribiendo obscenidades.
Por allí, ente un montón de trazos hechos con marcador, vi el garabato de un pene introduciéndose en una vagina; caricaturas de nuestros maestros haciendo cosas... poco agradables; números de móviles que decían "quieres sexo? Llama al...suspiré. Mi nombre estaba allí, escrito con letras rojas. Me hubiese sentido ofendida como cualquier otra chica, pero la verdad es que había sido yo la que había ofrecido mis "servicios". Qué? No me culpes por querer participar. Además, sí que me llamaron y conseguí una cita. Claro... que Betty (la que me llamó) era una chica con un serio problema de gula y tuve que llevarla a un bufete.
Un sollozo de Lisa me llamó la atención. Consulté mi reloj de pulsera y deduje que llevábamos en el baño como unos quince minutos en total silencio. No podia marcharme de su lado y dejarla ahí, como una muñequita recién violada; pero tampoco encontraba las palabras adecuadas para levantarle los ánimos.
¡Bah! A quién engaño? Debería dejarla sufrir un poquito más para equilibrar las fuerzas del universo.
-Soy una basura -dijo Lisa con angustia.
-No eres basura. Sólo... bueno.
-No digas nada
No era capaz de pensar con claridad. No me gustaba verla tan triste, aunque se lo mereciera. Ella rechazó a Jennie sólo por una estúpida cuestión de moralidad y bajo la excusa de que "no quiero dañarlas a ambas" ¡Oh, por favor! Yo hubiese estado de acuerdo en que Lisa tuviera una relación con Jennie. Si, claro, me hubiera dolido un poco; pero ¡Soy yo! Pude haberlo superado. De hecho, ya lo había conseguido y no sufría como Lisa.
Lo que le falta a esta chica es un poco de confianza en sí misma y dejar de reflexionar tanto las cosas. Una patada en su culo ayudaría.
-Lisa-le llamé después de ofrecerle una clínex- Vamos, deja de llorar. Conserva un poco de dignidad.
-No puedo, no lo entiendes? Me siento estúpida por todo lo que le dije a Jen. Pensé que podría superarla... y no.
-Sólo estás chillado por el golpe a tu orgullo; no seas melodramática.
-¡Cállate!
-¡Calle a su madre! -exclamé y le di un pellizco en el brazo. Lisa soltó un gritito y me pegó la mano- Si vuelves a decir que me calle, le daré la vuelta a tus pezones. Ahora escúchame bien-la sujeté de los hombros y la sacudí un poco para que recuperara el control -Seca esas feas lágrimas y pon mucha atención a lo que te voy a preguntar: quieres enmendar todos los daños que hiciste?
-Si.
-Segura?
-Si. Podria apostar a ello.
-Bien-sonrei cuando ella frunció las cejas y vi su determinación en la mirada. En ese momento el último timbre sonó y oímos el gran tropel estudiantil afuera del baño -Vamos. Te llevaré a dar un paseo.
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•°𝑻𝒂𝒏𝒈𝒍𝒆𝒅°• Jenlisa
ФанфикJennie está en una relación con una mujer que la maltrata y, aunque quiere escapar, su gran corazón no se lo permite. Cuando Lalisa aparece, su vida comienza a cambiar poco a poco. Desde picantes momentos en la ducha, hasta secretos contados en la c...