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*si ves un error... me lo COMENTAS?!?  :)

Jennie se interpuso entre nosotras

—que haces aquí?

—bueno— Rose se cruzó de brazos. Yo retrocedí un poco. Este no era mi problema—solo andaba por aquí con unas amigas. No pensé encontrarte. Se que las cosas no están muy bien entre nosotras. Jen... Puedes perdonarme?

—otra vez? Ya te he perdonado varias veces. No soy un juguete al que puedes herir cuando quieras.

—sé que soy una tonta por tratarte como algo que no eres

Atención. Rose podría llorar en cualquier momento.

— sí. Eres más que una tonta.

—Jennie... Te amo. Te amo tanto

—eso debiste haberlo pensado antes de decir cosas sobre mi madre.

—ese fue un error muy grave, lo sé. No advertí las consecuencias.

Y Rose la envolvió con sus brazos para pedirle disculpas. Aunque Jennie se resistió al principio, no tardó mucho en corresponder, y tal vez lo hizo solo por empatía, o porque no quería ser cruel. Sea como sea, a mí me dio un dolorcito agudo en el corazón.

No es justo.

Este día era nuestro.

Me di media vuelta y salí de la cafetería sin mirar atrás. Tal vez me había entrado algo en los ojos, porque comencé a llorar en silencio.

~•~•~•~•

Por fortuna no había nadie cuando regresé a casa. Subí directamente a mi cuarto y me eche sobre la cama. Lloré solo un poco más. Lo suficiente como para sentirme patética, desdichada... Celosa. Me mordí los labios y apreté las sábanas. De pronto, me di cuenta de que ya no estaba furiosa con Jennie. Sino conmigo misma.

Ahora ansiaba tenerla cerca de mi. No sólo para decirle que me sentía mal, sino para reclamarle por su comportamiento y para gritarle que se había vuelto loca si es que pensaba seguir con esa perra.

Dormí solo un rato. A las tres de la tarde no había llegado nadie. Esperé sentada sobre la isla de ventana y mirando a través del vidrio. El clima se volvió gris, la brisa soplaba con más fuerza y las primeras gotas de lluvia comenzaron a empañar todo mi paronama. Los truenos reventaron, los rayos centellearon. Un gran charco de agua se formó en medio de la calle. Fue cuando vi a una pequeña silueta llegar. Mi pecho se aceleró un instante, pero se trataba de Jackson. Suspiré. Vaya decepción.

Me di cuenta de lo inútil que era tratar de negarme a la imperiosa necesidad de pensar en Jennie. Dejé que el hilo de mis ideas se hiciera más largo y comencé a fantasear en todas las cosas que le diría. Ahora ya no estaba tan enojada con ella ni conmigo, si no con Rose. Imaginé que se estaría riendo de mí, que me detestaba y que sólo había aparecido para joderme la mañana.

—hola, Tinkerbell— saludó Jackson con su usual aire encantador. No quería girarme hacia él. Mis ojos delatarian todo— y Jennie?

Cerré los ojos.

—estas bien, Lis?

—si

—no lo creo— me tomó del mentón e hizo que le mirara. En ese instante las lágrimas regresaron. Jackson se sorprendió. Lo noté en sus ojos. Después suavizó su mirada y juntó su frente con la mía— no llores. Ya regresé.

Bien, eso fue gracioso. Me reí un poco y él sonrió.

— que te ocurre? Desde cuando la poderosa Lalisa es tan llorona?

•°𝑻𝒂𝒏𝒈𝒍𝒆𝒅°•  JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora