Alfa Guardian

Cap 18. ¿Te estoy conquistando?

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- No puedo creer que te sigas riendo, no fue divertido.

- Lo fue para mí. Verte suplicar por las llaves todas esas veces...

- Me molestas.

- Tal vez para la próxima te quedes callado.

- Eso me indigna más. Te resolví tu vida amorosa y tú me torturas.

Jimin se empezó a reír.

Su hermano estaba arreglado porque saldría a una fiesta.

- Será mejor que me vaya. - su teléfono le empezó a sonar.

- No tomes alcohol y llega temprano.

- Lo que usted diga policía.

- Es enserio.

Ese era el primer domingo que Jimin se tomaba un descanso. Sentado en el sofá tomando una malteada, veía una serie totalmente olvidando que era más de media noche.

Su teléfono sonó y fue a revisar quién era.

"¿Ya duermes?"

Era Jungkook.

Jimin rápido le escribió de regreso.

"Hola, aún no, pero intentaré"

El alfa le contestó rápido.

"¿Saldrás hoy?"

Jimin se empezó a reír.

"Como si pudiera"

Ahora el alfa no respondió tan rápido.

Dejó el teléfono de lado y siguió viendo la televisión.

"¿Aún no se borra tu marca?"

Jimin no sabía si ya se había ido la marca porque el aroma a café siempre estaba en su cuerpo, pero se levantó y fue al espejo quitando su camisa.

La marca ya no estaba.

Tomó su teléfono y se sacó una foto.

"Me he dado cuenta que soy libre"

Mandó la foto que había tomado sin poder creer que estuviera nervioso al saber la reacción de Jungkook, pero lo estaba.

"¿Entonces saldrás?"

Jimin creía que le diría algo sobre su espalda desnuda o algo así.

"No" Contestó rápido.

"¿Quieres que vaya cuando el turno termine?"

Jungkook cruzaba toda la ciudad todos los días dos veces solo por él .

Se levantó dudando un poco.

"Mañana iré de compras así que me levantaré temprano. ¿Por qué no descansas un poco de mi?"

"No, Llámame si necesitas ayuda"

"Seguro"

Jimin se quedó dormido en el sillón un rato después.

Por la mañana, se levantó adolorido y fue a la habitación de su hermano y lo vio dormido, ni siquiera lo había escuchado entrar, tomó las llaves del carro y salió de su habitación.

Se bañó y luego ya listo emprendió el viaje.

Le gustaba esa sensación de ser libre, el aroma hacía que los demás alfas se alejaran y eso le gustaba.

Pensaba en lo mucho que echaba de menos a sus amigos en la antigua ciudad, pero es que la tranquilidad que tenía ahora le encantaba.

Compró un abrigo, unos lentes de mica naranja y un par de zapatos negros para reemplazar los que ya tenía.