Cap 3. La noche en guardia.

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Sí, aquello que no quería que pasara, pasó.

El alfa que estaba a un lado de el lo miraba sin disimular, lo bueno era que ya había llegado con el uniforme puesto, así que no tendría que desnudarse frente a los alfas. Algo que aprendió muy bien desde su antiguo trabajo, por cierto. Y en su mano estaba una pistola, la revisó varias veces para asegurarse que sirviera.

- ¿Esta estación es más pequeña que la de Seúl?

- Sí, mucho más chica.

El alfa había avanzado un par de pasos hacia el, creía que Jimin no lo había notado, pero sí.

- Mmm... ¿Y qué te hizo venir hacia aquí?

- Solo quería cambiar de aires.

Se sabía todas las tretas que hacían los alfas para acercarse a el, desde hacerle marcas temporales de olor hasta acosarlo como lo estaba haciendo ese alfa vejete.

Aunque para los alfas era el inicio de algo, para Jimin era algo tonto; pues para el todos los alfas eran igual de idiotas, que solo se dejaban guiar por lo que colgaba dentro de sus pantalones.

Cedía, sí, ante los alfas más atractivos, pero ahora no sería así, esta vez quería mantener los límites no importaba cuan atractivos eran, como el alfa rubio que sería su nuevo compañero.

Volvió su vista a la pistola y la alzó hacia el alfa que estaba ya a menos de dos metros de el, se estaba acercando lentamente, aunque Jimin no tenía miedo.

El vestidor era pequeño y no tenía otra salida más que la que estaba a las espaldas del alfa.

Y el estaba armado y no dudaría en utilizarla para defenderse.

- ¿Te gustaría alguna vez salir a pasear?

¿Cuántos años tendría el tipo? ¿80?

- No, gracias.

- ¿Por qué? He escuchado que estás soltero.

- No estoy buscando alfa.

Y si lo buscara, por supuesto que no sería él.

- Tal vez si aceptas, yo podría llevarte donde tú quisieras.

Jimin alzó una ceja aguantando su risa.

- No.

El alfa avanzó un poco más y Jimin cargó la pistola en automático.

- Si se acerca a mí un poco más le volaré los sesos, es una promesa.

Alzó la mano para apuntarlo.

- ¿Qué sucede aquí?

El alfa rubio apareció en la puerta.

Y Jimin no bajó la pistola.

- Nada. - contestó el otro alfa que en automático se alejó de Jimin un par de metros - solo nos estábamos conociendo.

Jimin alzó la ceja bajando la pistola.

- Sería bueno que en el futuro no vuelva a proponer ese tipo de cosas. Claro, si quiere seguir respirando.

- Agente Peter, será mejor que se retire. - Dijo el alfa.

- Pero no hice nada.

- Será mejor que te presentes ya al turno que te corresponde, mañana hablaré con el comandante de esta falta de respeto.

- Jungkook, compañero, tú y yo hablamos de esto ayer. - dijo riéndose de la situación.

- ¡Largo!

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