Cap 21. Jamás me besas.

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Jimin era un Omega Cristal.

Esa era la razón por la cual el Omega jamás lo reconoció a él como su pareja.

Sus acciones lo habían logrado confundir el día anterior cuando al despertar vio el reloj y se enteró de que había ido a su casa, no pudo evitar pensar en eso como un gran avance en la conquista de su corazón, mas no era así.

Por naturaleza los Omegas Cristal buscaban ser libres, jamás se sometían ante ningún alfa y lo mejor de todo era su belleza, poseedores de una hermosura digna de la diosa que los había creado, Afrodita.

- ¿Algo está mal? - Roger se acercó para ayudarle a levantar la defensa del carro que estaban arreglando - Parece como si estuvieras distraído.

- Estoy bien.

- Podríamos continuar mañana.

- No, no, te dije que te ayudaría.

El carro en cuestión era de su amigo y lo iba a arreglar para dárselo a su hija el próximo mes por el día de su cumpleaños, así que Jungkook en recompensa de lo que había hecho por el carro que le regaló a Jimin ahora le ayudaba con el de él.

Jungkook siguió sacando tornillos de la defensa que iba a ser lijada y pintada.

Su mente lejos de ese lugar.

Lejos, donde su memoria estaba llena de hermosos momentos viendo su sonrisa, tomando su mano y compartiendo sus noches.

¿Qué demonios debía de hacer ahora?

¿Alejarse?

¿Esperar que otro alfa se lo llevará?

No, él no podía hacer eso.

Porque muy independientemente de lo herido que se hallara su lobo, era él el que no quería dejarlo solo.

Su aroma lo mantenía seguro. Debía cuidarlo.

Eso era lo más importante.

Se sentó agotado tanto física como mentalmente.

- Sabes que puedo sentir que estás sufriendo. ¿Qué pasó con tu Omega? ¿Todo bien?

Jungkook lo miró.

- ¿Mi Omega? - se rio sin ganas.

- ¿Qué pasó? Me estás preocupando.

- Es un Omega Cristal, Roger. Todo este tiempo ha sido en vano.

- ¡Qué...! No, no, eso no puede ser.

- Lo peor de todo es que estoy enamorado de él.

Se levantó dolido, jamás lo había dicho en voz alta. Admitirlo en las condiciones en que se encontraba era muy diferente.

- No sé qué hacer...

- No puedes hacer nada Jungkook, ese tipo de omegas son una trampa, jamás se dejará marcar.

No había ningún lado bueno, solo el hecho de que Jimin aún estaba junto a él, y todavía podría tirar de su amistad para quedarse cerca.

Pero no era la manera en que él planeaba quedarse.

No, así no.

Aguantó las lágrimas lo más que pudo.

- Está bien, Roger. A lo mejor es el estúpido karma.

- Jungkook... la muerte de Tiara no fue tu culpa.

- Pero ella me amaba y yo debí corresponderle, debí salvarla...

Alfa GuardianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora