Cap 29. Nuestra familia.

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Ese alfa idiota no dejaba de observarlo desde el otro lado de la calle, eso puso un poco incómdo a Jimin, quien ya no estaba acostumbrado a pasar por esas cosas, pero balanceo el peso en uno de sus pies para recargarse de mejor manera, imponiendo su postura ante el desconocido.

Estaba fuera del edificio de la fiscalía esperando a que Jungkook saliera, estaba haciendo unas estúpidas entrevistas de improvisto.

No lo podía negar estaba malhumorado por qué era ese su horario de sueño y por qué se habían tenido que levantar de forma premeditada.

Tomó café gruñendo, imaginando lo bien que se sentiría estar en brazos de su amado.

- Disculpa ¿tendrás la hora?

¿En qué momento el desconocido se había acercado? Con las gafas de sol pudo ocultar un poco molestia que eso le causaba.

- Las doce menos cuarto - dijo revisando el reloj de su muñeca.

- Gracias, mi nombre es Adin - el alfa con facha deportista estiró la mano para estrechar la suya. Parecía que habia estado corriendo un maratón.

Pero ni de coña lo tocaría, no quería oler a nadie más que a Jungkook.

- Será mejor que desaparezcas ahora mismo - amenazó Jimin enseñando que en la cinturilla traía un arma, simplemente ese día no era su mejor día.

- Ohh lo siento no quise molestar - el chico acomodo su gorra nervioso - es solo que me preguntaba cuál es tu nombre.

Jimin se tragó el último sorbo de café tirando el bote de lado enseñando la marca que yacía en su cuello.

El alfa pareció entender y dio dos pasos atras.

- Agente Park. - tal vez no parecía un policía en ese momento pues la ropa de su alfa le quedaba muy grande.

- Con todo respeto, es usted un Omega muy... Hermoso.

Jimin observó al edificio Jungkook no volvía. Se sentía muy molesto solo quería volver a la cama.

El ya no disfrutaba de coquetear con alfas, eso lo había dejado atrás.

- No soy lo que tu piensas - dijo sin pensarlo - yo no soy tu Omega.

- No, no disculpe yo no he dicho eso.

Jimin alzó una ceja y sonrió sin gracia.

- Será mejor que sigas tu camino, yo ya tengo un alfa.

El alfa en cuestión lo miraba como si estuviera frente a una divinidad. Esa la razón por la cuál no le gustaba salir en el día.

- En ese caso creo que será mejor que no lo moleste más.

- Un gusto conocerte - dijo Jimin para si mismo cuando el alfa ya se había ido - Vamos alfa guapo, sal de allí.

Un par de minutos después las puertas del edificio por fin salió su alfa, pero no estaba solo. Había una chica colgando de su brazo. Ella lo detuvo un tiempo más y comenzó a hablarle.

No, no era un buen día aquel.

Con la mirada afilada observó cada hermoso detalle de su alfa y también la horripilante chica que lo estaba entrevistando. El alfa echo su brazo a un lado para quitarse de su toque y Jimin gruñó satisfecho.

Más le valía a la chica mantener sus manos lejos de lo suyo.

Más tiempo paso respirando profundo para liberar las ganas de ir a cometer un asesinato.

- Vámonos de aquí - el alfa abrió la puerta del carro y Jimin se metió obediente.

El alfa se jaló la corbata quitando la de un solo movimiento, luego la echo al asiento trasero.

Alfa GuardianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora