Odette Edevane es una chica la cual tiene una ligera obsesión con los rompecabezas. Luego de mudarse con su padre para ir a la universidad, se reencuentra con su enemigo de la infancia "Dereck Evans" el chico que desde pequeña se empeñó en fastidiar...
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Ultimo día de la semana, a pesar de estar exhausta, estoy de muy buen humor. Voy temprano a mi clase de Introducción a la fotografía, mientras tanto de camino voy comiendo una galleta que es mi desayuno. En el pasillo me encuentro a la persona que menos quería ver en este momento, parece que va listo para ir al trabajo, y su expresión es sería.
Gracias universo, no puedo estar alejada de él ni veinticuatro horas.
—¿Qué haces aquí? —pregunto cuando estoy enfrente de él.
—Bueno días a ti también —saluda de mal humor.
—Uy alguien despertó de mal humor —comento bromeado.
—Solo venía a dejarte esto —extiende su brazo entregándome mi Bullet Journald. Pensé que lo había dejado en casa, casi lo pierdo y yo no me doy cuenta.
—Gracias —digo con sinceridad.
—Bien, me tengo que ir —comenta revisando la hora en su celular. No me da tiempo de despedirme cuando él se va dejándome sola en el pasillo, que serio andaba hoy. Bueno problema suyo. Desde lejos logro divisar a Zack y Madison, están platicando enfrente del salón de Introducción de Fotografía y al verme el pelinegro agita su mano saludándome.
—Odette —exclama Madison cuando estoy frente a ellos.
—Hola —saludo con una sonrisa.
—¿Ese era Dereck Evans? —pregunta la castaña. No, que no me diga que lo conocen. Todo mundo lo conoce, ni que fuera Leonardo DiCaprio.
—Sí... —respondo alargando la última vocal—. ¿Por qué? —pregunto balanceándome de un lado a otro.
—No por nada —suelta una risa—. Es que él era mi crush de la escuela —explica a lo cual el chico rueda sus ojos. Oh Zack, internamente también tengo esa expresión.
—Ya está el profesor, hay que entrar —comenta Zack con un tono un poco molesto dirigiéndose al salón. Asiento y ambas lo seguimos. Al entrar, la castaña se sienta junto a mí.
—¿De dónde lo conoces? —me pregunta curiosa.
—Oh, trabaja con papá —respondo más nerviosa de lo que debería.
—Qué suerte —Lo dudo, pero bueno—. Esta más guapo de lo que lo recuerdo. ¿Sabes si sigue teniendo novia? Cuando estaba en la escuela estaba en una relación súper sería. Además, como era mayor, se graduó, y ya no supe de él hasta hoy.
—Pues ya no tiene novia —respondo y afortunadamente en ese momento el profesor inicia la clase, cortando así nuestra conversación. Pongo atención en su explicación y como dije antes, hoy parece ser un buen día, así que luego de esta y otras clases, la mañana pasa volando. Me quedo un rato extra en la universidad para hablar con los chicos del proyecto.
—¿Entonces el lunes vamos en la tarde? —pregunta Madison antes de irse, ambos asentimos—. Perfecto. Adiós, chicos —se despide.
—Adiós —contestamos al unísono, y ella se va con quien parece ser su hermana mayor.
