Ariana
—Pasa, en completo silencio, Zay.
—¿Cuál Pancleto Florencio?
No, Diosito.
Encontrar a Zayra de esta manera, es algo que nunca pensé iba a ver o pasar. Definitivamente nunca esperé verla en este estado. Y prefiero que se quede conmigo antes que enviarla así a casa. Llamo a su madre y le digo que se quedará conmigo, asunto solucionado.
—Ari, yo... Lo quiero tanto, ¿Por qué me dejó? ¿Acaso ya estaba con ella?—le suplico que haga silencio, al menos hasta que el alcohol haga efecto y se duerma, claramente, no funcionó—No quiero. No quiero quedarme callada, esta vez no—parece que el alcohol aún no hace del todo efecto—. Me buscó ayer.
—Zay, no es justo que estés así por él. Créeme que no lo merece.
—Ya lo sé—su voz se agudiza y sus ojos se ponen brillosos—, sé que no debería y que no vale la pena, pero, es imposible no sentir este dolor que tengo.
Se encorva y cubre su rostro con sus manos, lo único que puedo hacer ahora es abrazarla, puesto que no encuentro palabras suficientes para explicarle que debe de ser fuerte y que todo pasará.
—La encontré con ella, su amiga. ¿Debería haber sido como el resto de chicas, Ari? ¿Sentirme amenazada por ella y hacer que terminen su amistad?
—Claro que no, Zay. Tú no eres así, no tienes porqué ser así. Solamente—suelto un suspiro mientras la alejo para limpiarle sus lentes y sus ojos—hubo alguien quien no valoró eso. Eres una excelente persona, a quienes les entregas tu confianza. Eres dulce, amable, atenta.
—¿Y por qué él no me dio todo de regreso? Lo único que quería es que... Él me demostrara todo lo que decía. Hice mucho, Ari, hice mucho por él. Tú no sabes lo que yo...
—No, Zay, no es necesario que me lo digas. Eso lo sabes tú y él, y a los dos les consta. No te preocupes, ya llegará alguien para ti. Y estoy segura de que se quedará no porque te deba algo, sino, porque de veras quiere hacerlo.
—El hecho, Ari, es que yo todavía siento mucho por él. Sé que si él me llama, yo iré. Yo iré, y por eso me siento tan estúpida.
—Zayra, no te voy a juzgar por tus acciones, porque a veces el corazón nos gana. Pero tengo la fe de que tú lograrás salir de esto, no se trata de que todo de vaya de la noche a la mañana, pero espero que paso a paso, dejes a Santiago y todo lo que a él refiere. ¿Está bien?
Ella se limita a asentir y dejando las pocas cosas que traía consigo en la cómoda, en poco tiempo se logra quedar dormida. El olor que ella desprende deja en evidencia cuánto ha bebido.
—Todo pasará, Zay, y yo me aseguraré de estar para ti siempre.
—¿Dije algo de más ayer?—baja la mirada y se acomoda sus lentes—Perdón si te causé problemas, Ari.
—Nah, descuida. Me alegra saber que me llamaste.
—Ari, si... Si yo dije algo ayer, dímelo.
—¿Quieres que te diga?—asiente, y se sujeta con fuerza de mi antebrazo mientras esperamos el bus de la mañana—. Bien, me contaste lo de Santiago, eso es todo.
—Algo me decía que era eso lo que dije. Por favor, no les digas a los chicos lo que pasó.
—¿Por eso bebiste?
—Empecé por mero gusto, luego recordé eso y perdí la cuenta.
—Bien, a la próxima invítame contigo, así no regresas sola y también me divierto—le suelto un guiño y ella asiente sonriendo—. Quedamos entonces.
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NANA & GOGO
Teen FictionAriana Ruiz y Thiago Black son mejores amigos desde que tienen memoria. A pesar de todo, ellos han logrado seguir juntos. Pero juntos no significa revueltos, a menos que de sentimientos estemos hablando. Ellos son los mejores amigos que podrías desc...