Ariana
—Y de esa manera uno puede desarrollar una aplicación y le puede dar la función que uno haya pensado en satisfacer las necesidades que muchos tenemos hoy en día.—aparece un reloj en la pantalla inteligente indicando que la clase ha terminado— Bien, espero sus propuestas grupales para la próxima clase.
Mientras acomodo mis cosas, me fijo en Zay, quien hoy está más decaída de lo normal, y eso me asusta.
—Zay, ¿todo bien?—cuestiono colocando mi mano sobre su hombro y dándole un leve apretón. Ella levanta la vista y veo sus ojos acuosos—¿qué pasó?
—La vi con ella ayer, sin embargo, él la sigue negando. Ayer le pregunté. Y me sigue diciendo que estoy loca, y que no invente cosas. Pero Ari, yo sé lo que vi, sé lo que vi. No le reclamo nada sin razón.
—Creo que deberías dejar de hablar con él, siento que eso te hace más daño. O en todo caso, podrías buscar ayuda profesional, ¿quieres que hable con alguno de mis conocidos en psicología? Capaz y encuentras alguien dispuesto a ayudarte.
—No, gracias. Estoy bien. Tú me preocupaste hoy, llegaste temprano, no es común en ti. ¿Te caíste de la cama?—ella suelta una risa nerviosa para tratar de distraerme de seguir preguntándole cosas acerca del idiota de Santiago.
Y el solo hecho de recordar lo poco y lo mucho que sucedió la noche de ayer, me hacen perderme en mis pensamientos: Thiago me miró profundo. Sentí que iba a decir algo, que de no haber sido por la inoportuna de Kiara, ahora no tendría la duda carcomiendo mi tan ocupado cerebro.
—Nada, temas familiares.—le respondo haciendo un gesto con mi mano para restarle importancia y hacer lo mismo que ella: evitar el tema.
—¿Qué con ellos?—escucho que pregunta una vez estando fuera— Se han ido sin nosotras otra vez. Ya son como tres semanas o más que se desaparecen así. Por cierto, ¿Has visto a Fiorella? Porque yo ya no la veo por aquí.
Miro hacia adelante y ahora que me doy cuenta, ya no es la primera vez que Naya y Fher se van sin nosotros.—Deben estar ocupados en algo. Descuida, los haré cumplir con el trabajo de hoy. Y no, ya ni la veo. Seguro están en sus peleas de siempre, no le des mucha importancia.
—¿No te causa curiosidad saber en qué pueden estar ocupados? Digo, podrían decirnos algo al menos, siento que es descortés de su parte.
Estoy por tratar de sumarle una duda más a mi cerebro, pero mi teléfono suena y es la señora Maddie. Decido anclar esa duda con un alfiler en mi cerebro para pensar en ello después. Aunque ya sé de qué va la llamada, me siento en el deber de responderle.
—Hola hija, buenos días. ¿Thiago se quedó contigo?
Sí, cariñosa y directa.
—Sí, se quedó conmigo.—susurro para que Zay no me escuche, lo cual termina en fracaso cuando siento que me arrebatan el teléfono— Pero qué....
—Hola ma—responde el tan pesado, odioso e irritante mejor amigo que tengo—Sí, me quedé con ella. No, no, nooooo! Ni siquiera empieces con eso, que corto. Nos vemos en casa, adiositooooo.—y colgó.
—¿Ustedes se quedaron juntos?—la voz de Zayra suena tan incrédula al igual que lo muestra su rostro, y no es para menos, si Thiago no fuera una boca suelta, habría evitado que ella escuchara eso.
—¡No! ¡No de esa forma como tú crees! Dormimos separados. Camas separadas, almohadas separadas, cuerpos separados.
—Separados por unos centímetros.—dice el bobo y mis mejillas estallan por todo el calor que sale de ellas.
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NANA & GOGO
Teen FictionAriana Ruiz y Thiago Black son mejores amigos desde que tienen memoria. A pesar de todo, ellos han logrado seguir juntos. Pero juntos no significa revueltos, a menos que de sentimientos estemos hablando. Ellos son los mejores amigos que podrías desc...