Ariana
—¿Quieres abrir la puerta de una buena vez?—otro golpe deja en evidencia que está muy desesperado por el tiempo, y lo demuestra.
—¿Para qué?
—Para comer galletas.—lo escucho refunfuñar a través de la puerta—¡Es obvio que quiero usar el baño, Ariana! ¡Muévete!
—¡Ya voy!—le abro la puerta y lo veo—¿Contento?
—¿Por qué tan guapa? Tú no eres la que tendrá una cita hoy.—me escanea de arriba a abajo, obviamente tuve que escoger bien el atuendo para esta noche, es la celebración del cumpleaños de la pequeña Eli.
Hoy tuve que mentirle a mamá y a papá, ya que también en parte estoy casi castigada. Dudaba mucho que les agradara la idea de que después de haber estado un corto tiempo en la celda de la comisaría, pida permiso para una fiesta. Es una pequeña mentira, y todo sea por Eliana.
—Eso es lo que tú crees, mocoso.—le respondo a mi mejor amigo dándole paso para que entre al trono.
—El hecho de que sea dos meses menor que tú no te da el derecho de decirme así.
—¡Ella tiene más edad mental que tú, y sí puede!—Eliana grita desde su habitación y su risa resuena en el pasillo.
—¡Mamá, Eliana se mete en conversaciones que no debe!—le grita a su madre, en un claro caso de buscar ayuda, ya que sabe que es cierto.
—Niños, cálmense, o no dejo salir a nadie.—yo sonrío —Eso también te incluye, Ariana.
Los dos Black se ríen por la expresión que debo de tener. Bueno, es obvio, no desobedecería a la señora Maddie. Thiago entra al baño, cuando estoy por salir, jala de mi muñeca para retenerme ahí, una vez dentro, cierra la puerta.
—¿Qué haces? Abre la puerta.—mis nervios aumentan al ver el espacio pequeño en el que estamos.
—Necesito que me apliques de esa cosa.—señala mi bolsito de maquillaje—Tengo un grano enorme. Y Danna no puede verme así.
—Ah, claro.—le doy una sonrisa falsa, la cual no nota—Era obvio que la ibas a invitar. Siéntate... En el inodoro, supongo. Eres alto, y quedarás a mi altura.—él me hace caso y procedo a cubrir su gigante imperfección que tiene en la barbilla.—Si no quieres tener espinillas, deberías dejar que te haga una limpieza facial cada cierto tiempo.
—¿Y que se lo cuentes a Eliana y ella se burle de mí en la cena de navidad?—me mira—No, gracias.
—Si no quieres, por mí bien. Ahora, levanta un poco la barbilla—con mi mano lo coloco justo donde quiero y—, ahí está bien.
Tenerlo de cerca me hace poder percibir el olor que tiene. Aunque ha cambiado un poco por el perfume que se ha aplicado, nunca deja de ser ese olor característico, como a casa. Tiene un leve olor a canela, combinado con ese olor de libros antiguos: dulce pero no demasiado como para hostigarme, solo lo justo y necesario. Trato de absorver todo lo que pueda de ese olor, ese que apacigua mi ira, pierde mis pensamientos, disminuye mis penas y controla mis dolores.
Levanto la mirada y veo que también me está mirando, mis nervios me traicionan; lo que provoca un pequeño accidente.
—¡Diablos!—digo cuando siento las pequeñas partículas del polvo esparciéndose, y entrando en mi nariz.
—¿Estás bien?—Thiago saca un pañuelito y me lo extiende, asiento—¿Segura? Eso fue mucho polvo.
—Sí, ya me falta poco para terminar. Siéntate.
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NANA & GOGO
Novela JuvenilAriana Ruiz y Thiago Black son mejores amigos desde que tienen memoria. A pesar de todo, ellos han logrado seguir juntos. Pero juntos no significa revueltos, a menos que de sentimientos estemos hablando. Ellos son los mejores amigos que podrías desc...