Ariana
—¡Eliana, espera!—pero por más que gritara que se detuviera ella seguía corriendo como loca. ¡Por Dios! No puedo dejar que la familia de Thiago piense que estábamos haciendo cosas indebidas, ¡y menos en su casa! Entramos en la sala y ella finalmente se detiene al ver a la visita.
—¡Ya llegó por quién lloraban, chiquitas!—el recién llegado extiende sus brazos hacia nosotras, apenas nos ve. Eliana corre y salta a los brazos de su tío.—¿Me abrazarás o mi sobrino se pone celoso?
Sonrío, porque él conoce a su sobrino más que nadie.—Hola, Javi. ¡Cuánto tiempo!—le digo mientras nos abraza a ambas.
—¡Javier!—y la mamá de Thiago también se ve envuelta en los brazos del mencionado, como nosotras.
—Claro, llega el revoltoso y hemos pasado a segundo plano.—reclama el señor Jessey.
—Opino lo mismo—suelta Thiago quien acaba de entrar a la habitación, aún con su brazo sujetando su espalda, me lanza una de esas miradas tipo: "voy a matarte y nadie sabrá qué fui yo"
Esto nos costará muchísimo, Ariana.
Lo sé, lo sé.
—Los abuelos también queremos cariño.—dice el abuelo Jhon. Entra con su bastón y detrás la señora Nora.—Llamamos a los West—lo dice mirando a la señora Maddie—, al parecer no vendrán.—la cara de Eliana cambia, el señor se para derecho y con ambas manos sobre el bastón. De pronto su gesto serio va desapareciendo y levanta sus comisuras en una gran sonrisa, que de pronto se torna en una carcajada—¡Y ustedes que le creen a este vejestorio!—se sigue riendo y luego esa risa se transforma en una tos.
—Abu, no me hagas esas bromas, por un momento pensé lo peor.—Eli se acerca y abraza a sus abuelos.—Supongo que no demorarán para la cena.
—Claro que no, amorcito.—dice su abuela— No mintió al decir que los llamamos, se retrasó su vuelo. Pero descuida, llegarán para la cena. Ya conoces a tu abuelo.
—Gracioso, hasta el fin de mis días.—responde con la voz rasposa a causa de la tos.
—Ya para con eso papá—interviene el señor Jessey—, voy por sus maletas.
Sale de la habitación y la señora Maddie con él. Los abuelos suben a instalarse en una de las habitaciones que tienen disponibles los señores Black. Javier deja sus cosas sobre el mueble chico y se acuesta de largo en el grande, extendiendo sus largas piernas para al final cruzarlas—¿Y cómo están mis preciosas? ¿Alguien a quien golpear por ser un depravado?
Eliana parece que recuerda algo, pero Thiago y yo somos más rápidos y nos ponemos delante de ella, ya que su tío no nos ve.—Nada en particular.—respondo, mirándola fijamente y articulando un "no le digas"—Bueno, tío...—le suelta y me responde con un susurro "hazme un favor", asiento con la cabeza— Obvio que si hubiera alguien a quien golpear ya te lo habría dicho, y a veces, suele ser quien menos esperas. Soltamos un suspiro de alivio, y dejamos libre su camino.—Ari, ¿me ayudas con algunas cosas?
—Claro.
—¡Hey! ¿Una partida de ping pong en el jardín? Esta vez vine para vencer a la pareja invencible de ustedes dos.—se levanta en sus codos, para mirarnos mira a ambos, y asentimos.
—¡Ja! ¡Pareja!—suelta Eliana, con burla. Y tío Javier no entiende. Pero tampoco pregunta y eso, alivia la tensión que siento justo ahora. Vuelve a su posición inicial y aparentemente, creo que dormirá.
Nadie, nadie nunca había visto las situaciones incómodas por las que pasábamos Thiago y yo, y mucho menos las contábamos en reuniones familiares o sociales. Principalmente era por el hecho de evitar que nuestra amistad se vea juzgada ante aquellos que no la conocían. Ya sabes, tratábamos a toda costa de evitar que cosas como la de la loca maniática sucedieran; lo cual al final sucedió, pero fue algo inevitable. Y lo que Eliana vio, es un fallo para nuestra pequeña pero muy eficiente estrategia que nos ha funcionado desde hace tantos años.

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NANA & GOGO
Teen FictionAriana Ruiz y Thiago Black son mejores amigos desde que tienen memoria. A pesar de todo, ellos han logrado seguir juntos. Pero juntos no significa revueltos, a menos que de sentimientos estemos hablando. Ellos son los mejores amigos que podrías desc...