La Unión C&B [ECC#2] ✅

Capítulo 18 - Y si...

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Nuevo capítulo con los renacuajos

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A U R A

Cuando recibí la llamada me alerté muchísimo, tanto que cogí el primer avión y fui a verles.

Habían tenido un accidente en el colegio. Eso me dijeron. Pero nada más. Según ellos estaba demasiado alterada como para decirme la noticia por teléfono.

Al llegar a la isla la brisa marina hizo que mi pelo volase en todas direcciones. Respire hondo antes de hacer mi camino hacia el edificio que se veía enfrente mía.

El colegio consistía en un edificio en forma de "U" en el que dentro de él tenía un patio bastante amplio con todo tipo de columpios y juegos. También tenía una cancha de fútbol y dos de baloncesto. Era bastante colorido todo y había plantas y flores por todas partes, igual que en el pueblo.

Entré por las puertas dobles dejando afuera a mis guardias salvo a Iván. Él se quedaba conmigo todo el rato, era como una especie de guardaespaldas personal.

Básicamente eso es.

Estaban en hora de clases por lo que los pasillos estaban vacíos. Con paso apresurado pero firme hice mi camino hacia conserjería.

— Buenos días — saludé educadamente.

La vieja detrás de la recepción se bajó las gafas para verme bien. Me hizo una repasada de abajo a arriba, mientras yo subía una ceja de forma inquisitiva. Cuando llegó a mi rostro se puso pálida y creo que le dio un mareo.

Se acaba de desmayar.

Qué

Vuelvo a mirar a la señora, y en efecto , como dice mi consciencia la vieja se encuentra desmayada encima de su escritorio. Miro a Iván el cual está igual de confuso que yo.

Muevo su hombro con mi dedo índice y la señora no responde.

—Se nos ha matao...bueno que pena. Sigamos— Sigo mi camino hacia el despacho de la directora.

Abro sin tocar y allí la encuentro, pero lo que me importa no es ella sino mis niños que se encuentran todos sentados en un sofá.

— Un saludo a mamá ¿no? — digo nada más entrar.

Los tres levantan la cabeza y con una sonrisa se tiran encima mía.

— ¡MAMI! — gritan a la vez.

Me los como a besos uno por uno. Y es que cada día les echo de menos.

— La señorita Carozza supongo — me habla la directora.

Muy a mi pesar rompo el abrazo con los niños y me siento en el sofá enfrente de la señora. Ajax se pone a mi derecha, Damon a mi izquierda e Iris como toda una princesa se sienta encima mío.