Parte 3: Cambiar las cosas

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Mis ojos están tan pesados, siento como me carga en brazos y me deja en el suelo. Observo cómo se aleja en el coche.

Con las pocas fuerzas que tengo me arrastro hacia mi mochila, la abro y tomo mi celular. Marco a la primera persona que cruza por mi mente "Stefanie".

—Stefanie— Me aclaro la garganta.

—Si. ¿Que Pasa? Te escuchas muy débil, Vanessa— 

—Ayúdame— Le digo entre lloriqueos.

—¿Como? ¿que? ¿por qué? ¿donde?—

—Estoy detrás del bar— Le digo y...

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El sonido de la tv hace que despierte. Mi cuerpo está tenso y duele mucho. Con fuerza me levanto y siento un fuerte dolor em mi intimidad, pasó mi mano por hay y noto una toalla sanitaria y es cuando me doy cuenta de que tengo una camiseta gris y estoy en la habitación de Stefanie.

—¿Liam?,— Lo veo enfocado en los dibujos animados que está viendo.

Me pongo de pie causando más dolor en mi intimidad. No era un sueño, si fui violada y ni siquiera tengo idea de quién fue.

Camino cuidadosamente y frunzo el ceño ante  el dolor que siento. Me veo en el espejo y noto un golpe en mi labio y las marcas en mi muñeca a doloridas, las cual acarició.

—Toma— Liam me pasa un papel con algo escrito.

"Linda siento mucho lo que te paso a noche, fue por mi culpa. Tuve que ir a trabajar y deje la comida echa. Cuando llegue hablaremos de lo sucedido y pasaré por el destacamento. Me asegure de que limpiarte, estabas sangrando mucho por lo que te coloque esa toalla, si te molesta perdón pero no sabía que hacer y decías que te dolía, por lo que me puse nerviosa. Estabas tirada en medio de la calle y no tenías fuerzas...

En esa nota me dejo claro todo. Había sido violada y ella se encargó de mi y... ¿Donde estas, mama?.

No quiero llorar, pero no puedo dejar de pensar en aquella persona y lo que me hizo. Por eso no se puede confiar en nadie ni nada. Mis ojos cristalinos no tardan en estallar y lloro como una bebe. Si tan solo pudiera cambiar las cosas.

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Liam tenía hambre por lo que tuve que darle de comer, aunque yo no tenga hambre, no quiero irme a la escuela o ami casa, solo quiero dormir o desaparecer.

Me recuesto en sofá a llorar y la puerta se abre. Rápidamente limpio mis lagrimas, no quiero verme débil.

—Linda... ¿Como estas?, ¿Te duele algo?— se acerca ami y pone su mano en mi frente, y nose que tiene que ver eso.

Niego con la cabeza y esta empieza a hacer preguntas. Por estas razones ella es una delas mejores personas que existen.

—Ten— Dice y me pasa una taza con té.

—Vamos!, Linda— Acaricia mi rodilla y tengo la vista perdida pensando en eso.

—Deja de pensar en eso. Eres una chica muy fuerte— Sus palabras hacen que me ponga mas sentimental.

—¿Puedes darme... un abrazo— Eso es algo que nunca e pedido y siento sus bazos rodearme, es tan cálida y deposita un beso en mi pelo despeinado. Como bebé lloro y la lleno de baba y lágrimas.

—¿Que voy a hacer?— sollozo como bebé.

—¿¡Que se supone que haga, ahora!? ¿¡Ir a la escuela y fingir que nada pasó!?. No puedo hacerlo—  Grito entre lágrimas y estrujo mi cara en su pecho.

—¡Si!. Si puedes, puedes hacerlo, eso no fue nada, ¡no dejes que afecte tu vida, tu futuro brillante y todas esas cosas que tienes que lograr!— Me anima y asiento.






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