Estalla en mi boca, mi respiración se corta y le regalo otra mirada de desprecio.
Después de que terminó conmigo siguio con su camino, como si nada hubiera pasado. En verdad... Nunca creí que Julián fuese tan despreciable.Me limpio la cara, y quito la sabana, están sucias de semen.
Al quitarlas me doy cuenta de que el piso también se en socio. Bajo con cuidado para limpiarlo con un pañuelo y me percató de una caja negra de madera.La curiosidad me invade y decido estirar mi mano para ver que tiene, la tomó y la jalo hacia mí. Esta abierta y lo primero que encontró son papeles médicos.
—¿Una prueba de ADN? —Susurro confundida.
—¡Positiva!— Me da taquicardia, ¿Julián?...JULIÁN.
Las estrellas son hermosas, el cielo aunque este oscuro brilla y la luz de la luna alumbra todo la ciudad.
Si no fuera por esa prostituta que arruinó mi día con secretitos, ¿acaso nunca me hiba a decir que estaba embarazada?
La amo, pero aveces me saca de quicio, tal vez sea por mi problema mental.
Detesto tenér que tratarla de esa manera, pero no puedo evitarlo, no puedo controlarme.
Es celular suena y lo miro, lo tomo para darme cuenta de que son las onse de la noche, tengo hambre.
Me paro de la hamaca y entro a la casa.La encontró sentada en el sofa, mirando a la nada, con los codos en la rodilla y ojos cristalinos. Los mismos de aquella noche, los cuales no diferencie bien por la oscuridad.
—Tengo hambre— Resoplo, y se queda callada.
—No vas a hacer la... —
—¿Fuiste tu? — Me interrumpe y se pone de pie, aun con la mirada perdida.
—¿Tu lo... Hiciste? —Esta vez me mira con tristeza y con lágrimas en los ojos.
—¿De qué hablas? —Confundido preguntó.
—Pensé que me amabas, que eras el hombre perfecto. Mi hombre perfecto. —El silencio nos invade y no se que hacer, que decirle.
—¿Que estas diciendo?— Aprieto la mandíbula, el ambiente se tensa.
—Yo creía en ti... — Hace una pausa para respirar.
—Fuiste tu. ¿Jugaste conmigo todo este tiempo?— Se acerca más y me intimida con el dedo índice.
—¿Que fue lo que te hice?— Me encojo de hombros.
—¿No sabes? — Me mira con desprecio, otra vez.
—No... —
—¡Tu fuiste el que abuso de mi! — Aprieta los dientes.
—Oye— Me lanza un papel en la cara, el de ADN. Diablos deje la caja abierta.
—Eres el padre de mi hija. ¡¡Tu me violaste y acabaste con mi vida!!—
Grita y chilla como niña
—Te lo hiba a decir—
—Eres un violador— Susurra. Eso no me gusta.
—No soy un Violador, solo fue un error, —
—Me violaste— Hace facciones perturbadoras con el rostro.
—No soy un Violador— Le vuelvo a decir.
—¡FUISTE TU EL QUE ABUSO DE MI! — Grita histérica.
—Eres un Vio...––
—¡TU ERAS PROSTITUTA!—Pierdo la paciencia y también le grito. Y se tambalea del sosto.
—No, nunca estuve con otro hom... — Cae al suelo.
—¿Vanne?— La tomó en brazos y la noto toda pálida y sin fuerza ¡Maldición esta embarazada! No tiene que estar pasando por eso.Subo las escaleras con ella en brazos y la llevo a la habitación, la recuesto en la cama y marco a mi doctor.
La llevara al hospital pero la bebe estaría sola.Vanne.
Abro los ojos pesadamente, escuchando como la bebé llora.
—¿Dulce? — Me siento y noto alambres que están atados a mi mano, y luego veo a Stefanie tratando de dormir a la bebé.
—Huuun— Me quejo de dolor, al sentir mi cabeza dar vueltas.
—Oh, estas despierta— Se acerca Stefanie rápidamente.
Siento mi ropas mojada y veo que mis pechos están tirando leche a dos tuvos.
—¡Damela! — La tomó Rápidamente y le pego el seno derecha.—¿Que pasó?— Le preguntó a Stefanie.
—Julián me contó todo, te desmayaste— Resoplo. ¡Dios! No quería acordarme de lo que pasó.
—¿Puedes dejarme a solas un momento, por favor? — Esta asienta y se va.Empiezo a recordar lo sucedido. ¿Cómo pudo pasar? ¿Porque me hizo eso? Tal vez no fue su intención.
Aunque después de todo gracias a eso lo conocí, tampoco tenía que ser de esa manera.
No quiero llorar, siempre termino llorando y quedando como débil.
—¿Porque? — Susuro y la puerta de abre.
Limpio mis lágrimas con la manga de mi blusa y veo a la madre de Julián entran con tazas en una bandeja.
Ella no tiene nada que ver, nunca aria eso y tal vez no sepa de lo que fue capaz su único y querido hijo.—¿Cómo estás?— Pregunta y le asiento con una sonrisa falsa.
—Toma, tienes que estar relajada— Acuesto a la niña aun despierta para tomar la taza.
—Gracias— Le agradezco y doy un zorbo del maravilloso té.
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En tus brazos.
ChickLitVanessa a sus diecisiete años solá con un bebé en sus brazos. Ella aria asta lo imposible para su bebé y ella. ¿Vender su cuerpo...?. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ ¡ADVERTENCIA! Historia con alto contenido sexual. Lenguaje ofensivo. Entre o...