Sin saludar, subo derecho a la habitación, no antes de tomar a la bebe.
—No quiero hablar contigo— Niego al ver a Julián entrar por la puerta y sentarce en la cama.
—Tienes que escucharme— Insiste.
—Te estas... Drogando. Eso es ilegal, es dañino para tu salud. No sabía que eras una persona así— Suelto rápido y este mira al suelo y queda con la vista perdida.
—Y tu...—
—¿Que?— Lo interrumpo.
—Tu eras prostituta— No hago nada ante lo que dice. Su cara, sus facciones, su mirada. Como una persona desquiciada, con problemas mentales.
—¿Eso es lo que piensas de mi?, ¿Crees que fui una prostitu—
—Jah, — Se echa a reír, de una manera extraña, como si no fuera la persona que conozco.
Me pongo de pie y llevo a la bebe, a su cuna.
Miro sobre mis hombros y lo veo tomándose las pastillas de antes, las traga y se posa de tras de mi. Esos ojos, son los mismos que aquella vez, cuando me golpeó y trato como perra. Tengo un mal presentimiento.
Veo el manubrio de la puerta, algo me dice que salgo de aquí. No, el no es así, nunca me lastimaría y no le e echo nada para que se pongo de esa manera.
Da pasos lentos y pesados, acercándose a mi y lo siento sobre mi. Su respiración sobre mi oreja y su pecho en mi espalda.
Doy un paso así delante y siento su mano en mi cintura.
—Tu y yo... Tenemos que hablar— Sostiene mi muñeca izquierda y la aprieta.
—Hablaremos cuando te calmes— Trato de soltarme y me es imposible.
—Estoy calmado— Me pone frente a él.
—¿Que vas a hacer?— Nerviosa pregunto.
—Vamos a hablar como " Marido y mujer"— Ahora quiere estar de sarcástico.
—¿Si?— Pregunta. ¿Porque tengo tanto miedo?
—Si— Susurró.
Besa mi mano izquierda y aprieta mi cintura. Ok, primero que nada... No tengo porque temerle a este hombre o hacerle de pendeja.
Lo empujo y este no se despega, me abraza asta la espalda, es cálido pero no estoy muy bien. Con los codos lo empujo y gimo ante lo fuerte que lo hago.
—No, No quiero—Siento como besa mi cuello.
Me sienta a la fuerza en la cama y baja su zipper. Trato de poner de pie nuevamente y es en vano.
Termina de sacar su miembro y toma mi cara, tratando de que lo entre en mi boca y me niego.
—¡Que no quiero!— Aprieto mi mandíbula. Aprieta mi cara y la acerca a su miembro.
—¡QUE NO!— Le grito mientras forcejeamos.
Mi boca estaba lo más cerca a su miembro y cierro mi boca con fuerza para que no lo entre, a lo que lo miro a los ojos con desprecio y coraje.
—¡ABRE LA MALDITA BOCA!— Me grita y con los ojos cristalinos ante el miedo que tengo, le digo:
—¡NO!—
Ya su mano fue plantada en mi mejilla y aunque me duela la mejilla y el corazón no abriré mi boca.
—Ok,— Dice y sube una rodilla a la cama. Toma mi pelo y echa mi cabeza así atrás. Aunque me jale fuerte, no la voy a abrir, con su mano suelta aprieta mi mejilla causando mucho dolor, no aguanto y dejo salir el aire por la boca.
Dandole pase a lo que quiere. Otra vez en mi vida... Soy obligada a hacer algo que no quiero. Es la tercera vez.
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En tus brazos.
ChickLitVanessa a sus diecisiete años solá con un bebé en sus brazos. Ella aria asta lo imposible para su bebé y ella. ¿Vender su cuerpo...?. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ ¡ADVERTENCIA! Historia con alto contenido sexual. Lenguaje ofensivo. Entre o...