En tus brazos.

Parte 10: Algo sencillo.

Se puso de pie y en cuestión de segundos se vistió. 

—Hay tienes— Dice y pone dinero en la mesita. Por alguna razón me da pena tomarlo, quiero pensar que lo hicimos por amor o algo parecido a que por dinero. Y llegarán mas Cliente.

¿Que me pasa?

No quiero ser prostituta.

—Adiós— Me animo a despedirme de él.

—¿Quieres que te acompañe?— Otra vez me animo.

—No, está muy tarde— Ni siquiera se para que pregunte.

Lo escucho salir y tomo el celular, ¡son las tres de la noche!.

—Mejor me duermo— Digo para mi misma. Ante de dormir le doy un beso a la bebe y caigo dormida.

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—¡Sabía que te iría bien!— Exclama Stefanie y yo con miedo de que deje caer a la bebé.

—Pero... Ya no quiero seguir— Le digo y está ya sabe a qué me refiero.

—Lo que quieras. Después de que salgas de riesgos, buscas trabajo  aunque sea de sirvienta— Me dice y asiento. Desde el principio sabía que no quería ser prostituta, solo estaba desesperada.

—¿Le dijiste a muchas personas que soy, iba a ser prostituta?—

—Solo... Un pal— Sonríe nerviosa. Y es lo que me esperaba por no pensar las cosas bien. 

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Camino de aquí para allá con la bebe en brazos. No se quiere dormir y quiero comer algo, ¡Tengo mucha hambre!. 

—🎵Duérmete, pequeña🎵 —Canto en susurros pero no funciona, no es como en las novelas. Sus ojos negros son como platos, no los cierra, ¡No tiene sueño!.

Decido salir al Balcón. Después de dar a luz no e salido por el riesgo, excepto al hospital. Una ves tomé sereno y mi cabeza iba a estallar del dolor. Pero tomó seguidamente el sol, cuando la bebe tenía los ojos amarillos y una anciana me dijo que le diera el sol, al principio me negué, pues estaba muy pequeña y lo hice, Funcionó.

 Pasaron unos segundos y la bebe no se dormía. La mecí y la mecí, pero no tenía sueño. Y veo un coche negro desconocido estacionarse en frente del edificio. Me aproximo a ver y veo la cabeza de Julián salir. ¿¡Por que sonrió?!.

¿Que hace el aquí?.

Voy a abrir la puerta y en ese mismo instante termina de subir las escaleras.

—Veo que estás disponible— Dice al notar que abrí la puerta por su presencia, decido no decir nada y lo dejo pasar.

—¿Que deseas?— Descaradamente pregunto y me siento a su lado en al cama.

—Whiskey o algo de comer— Quita una paja de cabeza de la bebe.

—Whiskey, no tengo y no e podido cocinar— Le explicó.

—No me refiero a eso, pero si tengo hambre—  Dice y me confunde.

—¿Hago algo de comer?, para los... dos— Tímidamente le pregunto.

—Ok, Y gracias— Dice.

—Pero...— digo.

—¿Que?— pregunta, con mi pausa.

—Hay un problema— Si, me refiero a la bebe.

—¿Cual? La pequeña— Acierta bien y asiento.

—Dámela— La toma con cuidado y creo que el es el primer hombre que la carga. Sería lindo que ella tuviera un padre

—Tienes que sostener su cabeza— Lo ayudó y pone su mano en la cabeza de Julia, que casualidad. Julia y Julián.

Me pongo de pie y voy a la cocina.

—¿Que quieres comer?—. 

—Algo sencillo—.

No hay gran comida, pues estoy solo. Puse la pasta a hervir. Fui a la habitación y encontré a Julián acostado con el celular en la mano y la bebe dormida.

—Wow, eres bueno— lo alago. 

—Creo que es la primera vez que duermo a un bebé— Se levanta.

—Serias buen padre— Le digo.

—Eso creo— Dice.

Voy a la cocina y termino de cocinar, una pasta con mucho queso. 

Llevo los dos platós a la habitación. Tendré que comprar un comedor.

Se lo doy este lo aprueba.

—Sabe muy bien—

—Me alegra que te guste—.

Terminamos de comer.

—¿Me das tu numero?—  Tomo su teléfono y pongo mi numero.

Y siento sus labios en los míos...