Parte 23: Una visita, un día pesado.

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—Oye... Mi madre puede llegar a ser un poquito egoísta— Me explica y le Asiento confusa.

—Trata de llevarte con ella, por favor— Me pide.

—Lo are, si ella me cae bien— Trato de hacer un chiste, que al parecer a Julián no le gusto. 

 —Solo te pido que, ignores su lado egoísta y superior que tiene— La puerta se abre y veo a una señora de algunos cuarenta años entrar. Es linda.

—¡Julián!— Se lanza sobre el y al parecer no noto mi presencia, ni la de la bebe que está quejándose.

—Mama, ella es mi esposa y está mi hija— 

¿Hija?— Yo preguntó confundida no sabía que Julián veía a Dulce como su bebé y por otro lado, también su madre, parece confundida

—¿Como que... Ella es tu hija?— Poza su mano detrás de su cintura y mi sonrisa se borra ante su expresión.

—Si, mamá. Ella es mi bebé— Los veo y parecen tener una discusión con la mirada, los mismos ojos.

—Julián...— Susurró antes de que las osas se pongan peores. No quiero que por mi culpa, tenga una pelea con su madre.

—¿¡Y TÚ PLANEAS HACERTE CARGO DEL HIJO DE UNA PROSTITUTA!? ¡QUE TALVEZ NI SIQUIERA SEPA QUIEN ES EL PADRE DE ESE BEBÉ!— Grita histérica, la rabia y el coraje que tengo suben al nivel máximo. 

—¡Mamá!— Exclamo Julian en un susurro, sus ojos muestran enojo.

—¿Que le pasa?— Es lo primero que sale de mi boca. Enojada, ofendida y con ganas de salir corriendo logro volver a hablar.

—¿para esto querías que la conociera?— Le digo a Julián y este seguí con la mirada sobre su madre.

—Julián, de tantas mujeres que puedes tener...— Hace una pausa para suspirar.

—¡ELIJES A ESTA... MUERTA DE HAMBRE!— Está ves vuelve a gritar. Tengo ganas de pegarle, pero por respeto contengo mis ganas.

—Adios— Es lo único que digo para irme a la habitación.

—¡Vanesa!— Grito Julian para que me detenga y lo ignoro. 

.

Julián.

—¿Porque eres así, mamá?— Le pregunto contenido la rabia.

—Es que solo quiero tu bien, hijo— A veces es tan patéticamente estúpida.

—Tu y Lucas, son los culpables de esto y ahora no se acuerdan— Doy justo en el punto.

—¿De que hablas?— 

—Hace más de un años... Me obligaron a cometer el acto más atroz que se le puede hacer a una persona— Su cara es un meme y me gusta verla así, me gusta verla arrepentida aunque yo tenga la mayor culpa.

—¿Sabes lo tormentoso que fue, recordar aquellos gritos de dolor y de miedo? Me gritaba que parara y nose que droga fue esa que pusieron para que ganara ese torneo, pero no me puede detener y acabe con su inocencia, ¡POR CULPA DE USTEDES!— Lloro de culpa y arrepentimiento.

—Julián...— La ignoro y limpio aquella lágrima que avía derramado.

—Ya te puedes ir— La dejo sola y subo las escaleras, busca de Vanessa. 

Le da el seno a su bebé, a mi bebe, mientras llora. No tiene que llorar por eso, ella es muy fuerte.

—Vane— Me acerco a ella y esta limpia sus lagrimas.

—¿Ya se fue tu madre?—

—Lo siento mucho— Mi hinco ante ella, eso no es nada comparado a lo que me merezco.

—¿Que haces?— Trata de ponerse de pie pero como tiene a la bebe en brazo se le dificulta y se  vuelve a sentar.

—Perdón— Pongo mi cabeza en su rodilla y siento su mano en mi pelo.

—¿Por que te disculpas? No tienes la culpa de nada— La escucho llorar, causando más remordimiento en mi.

—Soy un monstruo— Derramó lágrimas sin que se dé cuenta y estrujó me cara en sus piernas.

—Eres la mejor persona que conozco. Es cierto, te mereces alguien mejor que yo— La escucho decir con vos quebrada y sollozar como bebé.

—No digas eso— Me pongo de pie y abrazo su cabeza, esta hunde su cara en mi abdomen y llora como bebé.

—Te mereces lo mejor, mereces un mundo mejor, una persona mejor— Susurro sin que ella escuche.

En tus brazos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora