03

233 42 3
                                    


El festival escolar había terminado, por fin. Jaemin se había ofrecido para ayudar a recoger todo el desastre que quedaba en el auditorio escolar.
No es que quiera ganarse a los profesores intentando parecer el niño bueno o el que se ofrece para todo. No, para nada. Simplemente recoger era mucho más entretenido que pasársela en casa con cero compañía y sin mucho que hacer.

Caminaba con una caja entre sus manos llena de lo que parecían ser luces y ese tipo de cosas. Era bastante tarde ya.  Considerando que hacía un buen rato se había anunciado la hora de salida.

Llegó al gimnasio, donde le habían dicho que debía poner todas las cajas, entró al lugar, sin tan siquiera percatarse de que había alguien ahí. Fue cuando estuvo casi frente a la otra persona que se percató de su presencia.

Era Jisung.

Estaba bailando.

Se detuvo para contemplar el espectáculo. Porque eso era; un espectáculo. La música era reproducida por su celular y se escuchaba baja. Pero era lo suficientemente alta como para que el bailarín la escuchara. Jisung dió un giro, quedando frente a Jaemin. Fue ahí cuando detuvo su danzar, mirando con terror al contrario. Estaba asustado, alguien lo había descubierto. Lo había atrapado in fraganti.

Tragó duro para después hablar— ¿Qué haces aquí?— preguntó con voz temblorosa.

— Estoy recogiendo todo lo del festival— dejó al chico sólo, entrando en el pequeño cuarto donde se guardaban pelotas y por alguna razón luces de todos tipos y también decoración. Jaemin frunció el ceño por el descubrimiento—. ¿Por qué no te has ido aún?

Anteriormente habían estado reunidos —como ya era costumbre en estos días— para estudiar.

— Yo, uhm...

— Te quedaste a bailar— respondió por él—. No es tan difícil decirlo. Y, por cierto, ¿no sería mejor hacerlo en tu casa?

— Tú no entiendes— espetó.

— Creo que deberías tomarte un descanso, estás sudado— comentó sin tan siquiera importarle lo que él otro estaba diciendo.

Jisung, sumiso, como ya estaba acostumbrado, siguió a Jaemin a las gradas, acomodándose en el asiento.

— ¿No crees que es extraño que dos desconocidos estudien todas las tardes juntos?

Jisung arqueó una ceja—. ¿A qué te refieres?— preguntó en cambio.

— Lo que quiero decir es que deberíamos conocernos un poco más. Tal vez de esa forma sea mucho más fácil que nos entendamos— lo miró, haciendo contacto visual. Jisung apartó la mirada, cohibido por el otro.

— Me cuesta relacionarme con las personas— admitió.

— De acuerdo, entonces iremos despacio. ¿Te parece?

Jisung no quería incomodar al otro a pesar de que él estaba incómodo. Por eso asintió sin decir mucho más, en realidad ninguno de los dos dijo mucho más, sólo se despidieron cuando cada uno tomó su camino a casa.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




— ¿Jaemin sabes cuántas veces te he llamado?— preguntó Haechan, indignado, entrando en el apartamento de su amigo.

— No. Tenía mi teléfono apagado así que no lo sé. Dime, ¿cuántas?— sonrió con una amabilidad falsa, sabiendo que eso molestaba a su amigo.

Donghyuk gruñó y se tiró en el sofá con toda la confianza del mundo. Pero después de ser amigos de toda la vida ya nada era incómodo y tenían la confianza para hacer cualquier cosa delante del otro. Y más que vivían al lado del otro.

— ¿Dónde estabas?— inquirió el moreno.

— Recogiendo las luces del festival.

Terminó de hacer su cena y se dirigió al lado de Donghyuk para comer. No dijeron mucho, pues estaban concentrados en una película que había puesto Jaemin. Era malísima, pero no tenía que ser la mejor para que ambos la disfrutaran.

Los padres de ambos eran médicos, por lo que se la pasaban la gran mayoría del tiempo en el hospital. Los dos estaban acostumbrados a pasar el tiempo juntos, por lo que no importaban lo que estuvieran haciendo, simplemente lo disfrutaban como una película en familia. No importaba si la trama o actuaciones eran horribles, simplemente apreciaban pasar el tiempo con el otro.

Los dos eran una familia. No importaba la situación en la que el otro estuviera, siempre estarían ahí para el otro. Así fue de pequeños, pero en cuanto llegaron a la secundaria y conocieron a los demás, simplemente se convirtieron en una familia más grande.

Y en esos momentos, Jaemin quería integrar a Jisung a esa familia. Por alguna extraña razón que desconocía.

 Por alguna extraña razón que desconocía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Don't Cry [Jaesung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora