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— Te ves un poco distraído hoy— mencionó. Intentando que su voz no sonara tan graciosa o com burla sino mas bien una leve preocupación.

Y qué lo estaba. Era increíble la manera en que lo estaba. Hoy no se había podido concentrar en la clase de química, tampoco en la de matemática y mucho menos en la de literatura. Su mente se había quedado estancada en una sola cosa, al igual que su memoria solo seguía reviviendo el mismo recuerdo.

Su cabeza ya de por sí preocupada con sus pensamientos, ahora tenía más para pensar, como si todo no fuera suficiente. Y no era algo fácil. Todo lo contrario. La decisión no era fácil. Para nada.

Decidir entre su madre o su padre para su custodia legal no era algo sencillo. Era casi como decidir tu sexualidad, aunque ahora mismo veía esa decisión; la de la sexualidad, mucho más fácil que decidir con quién vas a vivir por el resto de tu vida.

Como bien se había dicho, no era una decisión fácil.

Su cabeza estaba hecha todo un lío. Y uno muy grande. Demasiado para él sólo.

Habían partes positivas y partes negativas con ambos lados. Eso era obvio, aún así no sabía por quien decidirse.

— ¿Jisung, estás bien?

La voz de Jaemin hizo que se saliera de su nebulosa de pensamientos. La pregunta realizada hacia él lo había confundido, no sabía exactamente a lo que se refería, por lo que su ceño estaba fruncido en su totalidad y su rostro no mostraba nada más que confusión absoluta.

— Te estás quedando sin aire— dijo Jaemin, preocupado, tomándolo de los hombros.

Y no fue hasta que el chico se lo dijo que se percató de su falta de aire y de como el que aspiraba por su garganta solo hacía que todo ardiese en su interior. Sus ma os sudaban y su respiración era para nada una normal o regular. Era errática.

Jaemin lo llevó al primer salón que vió, siendo éste el laboratorio de química. Rápidamente, el pelinegro lo sentó, intentando que se calmara.

— Jisung, mírame— pidió, recibiendo los ojos contrarios sobre los suyos.

En su búsqueda en internet sobre el ataque de pánico que había tenido Jisung aquella vez, había visto varios comentarios de terceros que decían que siempre intentaban calmar a sus amigos, parejas o familiares haciendo que siguieran su respiración tratando de mantener la contraria regular.

Llevó sus manos al rostro del más alto, intentando que de esa forma solo se concentrara en él. Resultando ésto lo que quería.

— Respira conmigo, ¿sí? Sigue mi respiración.

Jaemin entrelazó sus manos con las de Jisung, respiró profundo haciendo que el otro también lo hiciera siendo así. Mas Jisung no parecía poder conseguirlo, su respiración parecía que le costaba, como si no pudiera hacerlo.

Volvió a repetir la acción, resultando esta vez un poco mejor. Sin embargo no lo mejor del mundo. Aún así, estaba funcionando. Volvió a repetir la acción varias veces más resultando mejor a medida que repetía constantemente el proceso.
Cuando creyó que fue suficiente y la respiración de Jisung estuvo mejor, se detuvo. Comenzando a pasar saliva con un poco de prisa, pues si garganta estaba seca. Acarició la mejilla contraria, limpiando las lágrimas en el proceso.

— ¿Por qué? ¿Por qué has tenido un ataque de pánico esta vez?— preguntó en un hilo de voz, preocupado—. No llores, por favor. No llores.

Volvió a limpiar sus lágrimas, parándose de su posición— que era agachada frente a Jisung— para envolverlo en un abrazo. El castaño solo pudo aferrarse con fuerza en la camisa de deporte de Jaemin. Minutos antes estaban de camino al gimnasio antes de que sucediera el ataque.

Don't Cry [Jaesung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora