Don't Cry [Jaesung]

09

— ¿Recuerdas lo que te dije?— le preguntó Jaemin.

— Sí. Busqué diferentes canciones para cada echo y una para cada personalidad— apretó sus labios, reprimiendo una sonrisa.

— Bien— sonrió—, tengo que irme. Está por comenzar, buena suerte.

— Gracias. Lo mismo para tí.

Se despidieron una vez más y cada uno partió rumbo a su salón. Hoy era el último examen del año, literalmente. Después de el día de hoy, comenzarían las vacaciones de invierno y no volverían a la escuela hasta finales de enero.

El último examen era de Historia por lo que había pasado toda la noche estudiando siguiendo el consejo de Jaemin; utilizar auriculares para no distraerse y colocar una canción que te ayudara a recordar el echo o a una personalidad en caso de que la olvidara.

Además, sus cascos habían servido para no escuchar la pelea de sus padres fuera de su habitación. Es como si Jaemin supiera lo que iba a pasar.

El primer día de vacaciones de invierno había llegado, al fin, dirían algunos. Sin embargo, Jisung pensaba que la escuela era su vía de escape de peleas, ya sea hacia su persona o entre sus progenitores.

Ahora ya no podía huir de su realidad. Sumado a eso, estar en casa era muy aburrido, no habia nada que hacer y tampoco quería estropear la paz que había ese día en casa.

Para su suerte, sus padres estaban de buenas y ambos estaban planeando algo acerca de la cena de navidad y las compras que tendrían que hacer.

Estaba en su habitación cuando recibió una llamada; era Jaemin. Respondió, si era sincero estaba un poco extrañado. No tenían días de estudio durante las vacaciones y solo se habían escrito algunos mensajes ayer acerca de el examen y como les había ido.

— ¿Si?— el tono con el que había respondido había sido tan impresionado que pensó que Jaemin podría tomarlo a mal.

— Hola— respondió a secas. Hubo unos minutos de silencio.

Jisung no sabía que decir, después de todo, Jaemin era el que había llamado. Él era el que tenía que decir algo, ¿no?

— ¿Jaemin?— llamó, incluso comprobó si la llamada aún seguía. Sí, aún estaban hablando.

— Lo siento— soltó una risita, de hecho, escuchó varias de fondo—. Estaba jugando verdad o reto con mis amigos y me dijeron que llamara a la primera persona que se me ocurriera.

— Ah— no sabía que más decir.

— Otra vez, lo siento.