Don't Cry [Jaesung]

26

Jisung se veía un poco perdido aquella mañana de sábado. Como si algo estuviera perturbando su mente y eso, tenía preocupado a Jaemin. Sin embargo, no mencionaba nada al respecto, pues él, no quería parecer alguien entrometido. Prefería que Jisung le contara de por él lo que estaba sucediendo, pero parecía que aquello sería imposible.

Mas su curiosidad era palpable, por lo que sutil como cuidadosamente, preguntó.
— ¿Hay algo que te esté molestando?— inquirió dirigiendo su mirada al perfil del castaño, quien no lo miraba.

Tras dejar escapar un suspiro y soltar su lápiz y dejarlo sobre la libreta, desvió su mirada por el departamento de los Na. Pero sus ojos nunca alcanzaron los de Jaemin. Se sentía avergonzado por no estar del todo concentrado en su mañana de estudios, pero realmente no podía hacerlo.

— Mi madre me comentó que está visitando a un psicólogo— comenzó con tono bajo aún si dirigirle la mirada. Sus dedos comenzaron a jugar entre sí mostrando su nerviosismo—. Y ayer mi padre me llamó. No lo había hecho desde que se fue de casa.

Todo ahora cobraba sentido para Jaemin, la noticia por parte de su madre no era ciertamente buena y que su padre lo haya contactado hasta ahora debió haberlo agobiado bastante. Jaemin sentía cierta empatía por la situación así como tenía ganas de confortar al chico junto a él. Parecía devastado por ambos sucesos y él no era muy bueno para dar consejo así como tampoco el mejor en cuanto hacer sentir mejor a alguien.

— Sólo quería saber cómo estaba yo y también mi madre— continuó el castaño sacando a Jaemin de su nubulosa de pensamientos—. Se disculpó por todo lo que hizo. Y realmente lo aprecio, ¿pero ya no es un poco tarde?

Finalmente aquellas orbes se encontraron con las suyas, el miedo y la duda fue lo que Jaemin más pudo descifrar en ellas y aquellas ganas de abrazar aquel cuerpo más grande que el propio por algunos centímetros, volvieron. El azabache se mordió su labio inferior con inquietud. No sabía si debía responder aquella interrogante o si solamente era una pregunta retórica. En serio no lo sabía y eso hacia que el ambiente que se había creado como ameno y agradable hacía horas atrás, se volviera tenso y pesado. Casi insoportable.

Jisung no quería una respuesta en sí, al menos que él estuviera consciente de que así fuera. Porque en el fondo, realmente quería saber si él no estaba equivocado, y la llamada de su padre había llegado hacia un mes tarde. Quizá un tiempo corto, pero el considerable como para pensar que si progenitor saldría de su vida así como lo hizo de su casa a principios de febrero. La cabeza de Park estaba hecha un enredillo. Porque, tal y como había sucedido un tiempo atrás, se sentía ligeramente culpable por algo de lo que ni él, hasta que no salió de los labios de su padre, no creyó.

Necesitaba consuelo y un abrazo. Realmente lo hacía.

— Jaemin— el alto llamó con suavidad su nombre, su voz había salido más ronca de lo normal debido al tiempo sin usar la misma a causa de estar resolviendo ejercicio de matemática así como problemas de química—, ¿puedes... puedes abrazarme, por favor?