#extra 2

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Renjun estaba molesto, disgustado, con cara de pocos amigos. Decir que estaba hecho una furia quedaba corto ante su estado de ánimo en estos momentos.

Jeno le había contado hacia alrededor de unos cuatro minutos acerca de todo lo que estaba sucediendo con respecto a ellos, además de que el presidente se había encargado de buscar la página de la escuela y ver el blog ese día.

Nunca le había gustado esa idea que habían tenido los del periódico escolar. Le parecía algo inmoral y que solo se metía en chismes e irrumpía en la privacidad de los estudiantes de la escuela. Sin embargo, al ser el único miembro del consejo que no estaba de acuerdo con la propuesta realizada por los del periódico, tuvo que dar su brazo a torcer y durante una semanas estuvo con un humor de perros que era mejor no acercarse a él.

Y en estos instantes se estaba arrepintiendo mucho ante su propia bondad. Porque de no haber querido- que honestamente, no quería hacerlo- no hubiese aceptado la propuesta y ahora la página web escolar para los estudiantes ni tan siquiera existiría. Pero no, ¡Renjun es un idiota y ahora está más que claro para sí mismo!

— La vamos a encontrar— aseguró el castaño. Jeno lo miró confundido ante tales palabras, pues desde que había concluido con la explicación que había dado, Renjun no había mencionado palabra alguna—. Vamos a encontrar a la persona que escribió eso. Por ahora, sólo olvídalo.

El azabache asintió, pero aún había algo que lo molestaba un poco-. Injunie, ¿nosotros estamos bien?- preguntó con desconfianza. Su voz temblando ante el miedo de la respuesta.

El castaño dejó escapar una pequeña risita y respondió: -. Por supuesto, Jeno-ah. Nosotros no tenemos la culpa de nada-

— ¡No!— le cortó—. Si tan solo no te hubiera besado ese día, nada de esto hubiera pasado.

Renjun dejó de acomodar las carpetas que traía en manos para la próxima reunión del consejo y se dedicó a mirar a Jeno. Dejó soltar un suspiro y caminó despacio hacia él hasta quedar frente a frente. Una mano suya inconscientemente fue a la mejilla del azabache, acariciando la zona y sonriendo mostrando sus dientes no dudó un segundo en dejar un pequeño beso en sus labios.

Y en cuanto estuvo por separarse, su espalda baja fue sujetada por la manos contrarias, atrayendo si cuerpo nuevamente al de Jeno. Uniendo sus labios una vez más. Esta vez ambos se dedicaron a cerrar los ojos y dejarse llevar por el acto, disfrutando de los besos recibidos así como alas caricias dadas.

— Jeno—ah— Renjun habló con voz suave, haciendo contacto visual con el azabache, sonriendo una vez más para él—, lo que nosotros hagamos y dejemos de hacer es nuestro problema. Y quienquiera que haya escrito ese artículo no tiene porqué irrumpir en nuestra privacidad y hacerla pública. Nada es tu culpa, y en caso de que algo de esto tuviese un culpable, ni seríamos nosotros. Además, incluso si lo fuésemos, seríamos los dos. Porque si bien tu me besaste la primera vez, yo nunca te aparté. Ni el sábado, ni esa vez- recordó, lo último con una sonrisa avergozada al recordar esa primera vez que se besaron—. Así que por favor deja de culparte.

Jeno asintió conforme, dejando otro rápido beso en los labios del castaño, para luego irse a su salón. Las clases estaban por comenzar.

Renjun dejó escapar otro suspiro una vez la puerta fue cerrada. Su cabeza dolía un poco a causa del estrés provocado en tan solo unos pocos minutos y ni tan siquiera habían empezado las clases.

Sin embargo, su dolor de cabeza no era algo importante. Debía buscar quién ha la sido el o la culpable de publicar aquel artículo.

 Debía buscar quién ha la sido el o la culpable de publicar aquel artículo

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Don't Cry [Jaesung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora