Jisung había bajado sus calificaciones debido a todos los problemas que estaban sucediendo en su hogar.
Na Jaemin le ayudaría a volver a ser uno de los mejores del colegio. Pero sin tan siquiera quererlo o pedirlo, el chico se había vuelto su vía de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sonido de su celular logró despertarlo, tenía una llamada entrante. Estiro su mano para llegar a la mesita auxiliar junto a su cama, donde descansaba su teléfono. Sonrió al ver de quién se trataba.
— ¿Hola?— su voz salió algo ronca debido a la falta de comunicación a causa de estar descansando.
Se había ido a dormir más temprano de lo normal pues, su cuerpo y mente estaban cansados. Porque aunque en serio intentó dormir la noche anterior, sus preocupaciones respecto a lo que iba a suceder crecían. Solamente pudo pegar un ojo cuando, de manera involuntaria en busca de calor, su cuerpo se acercó hasta el de Jaemin y fue gracias a su aroma que sus ojos, de alguna manera u otra, lograron encontrar la paz y el descanso.
Y es que, honestamente, Park Jisung era un amante del olor que emanaba Na Jaemin. Al castaño no le importaba que éste no fuera natural, pues obviamente ese aroma no podía ser la esencia corporal de alguien. Él estaba enamorado completamente de esa colonia de vainilla que usaba Jaemin, y que por sobretodo, se mantenía mucho en el área de su cuello, lugar donde la noche anterior se había asegurado de meter su nariz.
— ¿Estabas durmiendo?— la voz de Jaemin sonó arrepentida al pronunciar las palabras y sólo pudo murmurar un simple "Lo siento" cuando Jisung afirmó su pregunta.
— Está bien— restó importancia e hizo un ademán con su mano para acompañar su oración. Sin embargo, no pudo evitar sonreír al recordar que el otro no podía verlo—, no me molesta. Mientras seas tú no me molesta— agregó, y no pudo evitar sentirse avergonzado al repetir en su mente sus propias palabras.
La pequeña risita que fue soltada por parte de Jaemin logró tranquilizarlo de algún modo. Mientras tanto, el azabache no pudo evitar sentir como su corazón se aceleraba ante tales palabras.
Su órgano bombeaba con fuerza, martillaba frenéticamente. Sentía como si estuviese en una carrera de caballos y su corazón fuera el animal, éste galopaba con rapidez. De manera desesperada. Mientras que el jinete sería, nada más y nada menos que Jisung, causante de tales sensaciones en su cuerpo.
— Sólo llamé para saber qué tal todo— mas, todos los nervios que tenía por las anteriores palabras dichas, quedaron guardadas en una cajita en lo más profundo de él. Era algo que no debía salir, al menos no por ahora.
Su curiosidad ante lo que podía haber pasado después de haberse ido de la casa de los Park, no había sido saciada y eso en cierto punto, lo preocupaba. Y hubiese querido llamar antes, sin embargo no sabía cuándo podría ser un buen momento para responder todas las preguntas que tenía con respecto a lo que había sucedido.
— Bien— respondió con simpleza—. Mi padre se ha ido y ahora sólo somos mamá y yo.