#extra 4

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El día de Jeno era una mierda.

Y Lee realmente no era alguien que maldiga constantemente o con frecuencia. Al contrario. Pero la verdad es que no había otra palabra mejor para clasificar su día. Sus planes se estaban llendo por el caño en este momento. Tenía todo un día planeado. Y era simplemente perfecto.

Pero ahora nada podía suceder.

El día se sábado no estaba llendo para nada como lo planeó y, por supuesto, aquello era malo. Horrible.

«Si tan sólo hubiera visto las noticias», se repetía una y otra vez en su mente.

Hasta ahora, no era un día especial. Pero según avanzara el mismo se supone que así debía serlo. Comenzarían desayunando tranquilamente en “Dream Coffee”, lugar donde trabajaban él y Jaemin. Posteriormente él y Renjun irían al cine y verían una película antigua sobre alienígenas porque a su castaño le gustaba ese tema como ya se había mencionado. Y a él, de hecho, no le molestaba e incluso le parecía interesante. Sin embargo él no se ponía tan serio al respecto como Renjun. Irían a almorzar a algún lugar tranquilo pero sin sobrepasar los límites de su bolsillo porque, como era obvio, no tenía para tanto. En la tarde irían al Lotte World*, pies Jeno había conseguido entradas. Y ya entrada la noche vendría lo más especial.

Irían a un mirador a las afueras de la ciudad y ahí, bajo las estrellas, Jeno pediría a Renjun aquello que llevaban esperando hace un buen tiempo; ser su novio.

Pero como ya se había dicho, aquel plan parecía no ser posible en ese momento. Se habían quedado en la primera fase, el desayuno. Y de ahí no pasaban pues, la lluvia parecía ir en aumento por cada minuto que pasaba.

— Te ves un poco molesto, ¿Te sucede algo?— el señalamiento de Renjun así como su pregunta sacaron a Jeno de sus pensamientos, posando la mirada en el muchacho. Dejando de ver la ventana.

El pelinegro le dedicó una suave sonrisa en sus labios y una también de ojos, de paso. Dejándole en claro que no tenía de qué preocuparse. Tras negar despacio, Jeno tomó un poco de su café y le dió un sorbo, así como le robó un pedazo de pastel a Renjun de su plato.

Le sorprendía que el castaño haya elegido algo dulce para desayunar, generalmente se decantaba por algo ligero y preferiblemente saludable. Sin embargo, lo dejó estar. Renjun parecía feliz y eso era suficiente para él.

— Digamos que no soy un gran fan de la lluvia— respondió a su cuestionamiento una vez sus labios estuvieron libres del sorbete donde pasaba el café.

El bajo arqueó una ceja y lo miró sonriente. Irónico—. Amas los días de lluvia, Jeno. ¿Recuerdas? Puedes inventarte una mejor excusa para mí.

Tras soltar un suspiro y dar otro sorbo a su café, Jeno respondió—. Tenía un día planeado para nosotros pero parece que está arruinado por la jodida lluvia.

Las palabras dichas por el contrario dejaron ligeramente descolocado al chino, Jeno rara vez se quejaba de cosas insignificantes. En realidad, rara vez se quejaba. Y aquel detalle por cómo estaba el clima ese sábado, en serio parecía irritarle. Una suave mirada fue la que acompañó su ceño expectante por una respuesta un poco más específica de por qué de su molestia, y vaya que tardó varios minutos en llegar.

— Lo siento, Injunie— se disculpó de primero y seguido respondió a la inquisidora mirada así como a la no realizada pregunta—. Tenía un día planeado para nosotros pero parece arruinado por la lluvia.

Renjun asintió comprendiendo, una pequeña y caso imperceptible sonrisa divertida instalada en su rostro a causa de la tontería por la que Jeno se estaba preocupando.

Don't Cry [Jaesung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora