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Al paso de unas horas cuando finalmente los primeros rayos de sol aparecieron alumbrando la oscuridad de las habitaciones del hotel, los chicos poco a poco fueron despertándose y uno de los primeros en hacerlo fue Zayn, quién al notar que a su lado no estaba el rizado, se alarmó y se levantó de la cama lo más rápido que pudo para ir en su búsqueda.

Sin tener que ir muy lejos, enseguida lo logró ver cuando apareció por el pasillo hasta llegar al salón. Harry estaba acostado en el sofá con Liam mientras lo abrazaba por su pecho. Su cabeza estaba apoyada en su hombro y dormía pacíficamente. Liam, por otro lado dormía sobre su espalda y lo abrazaba con un brazo sin fuerzas.

Notó leves ojeras debajo de los ojos del mayor y supo con ello, que la noche la había pasado con algunas que otras complicaciones. Quizá el hecho de cuidar al rizado, por si éste se volvía a dañar de alguna manera, lo había mantenido despierto. 
Sabía que la relación que tenían esos dos, era muy cercana. Se trataban como hermanos, como si realmente lo fuesen. Se insultaban mutuamente con cariño y peleaban constantemente sobre cosas sin sentido, pero a pesar de todo siempre estaban ahí en los malos momentos y eso parecía no cambiar por nada.

Tratando de ser silencioso, se acercó a Liam y le tocó el hombro con el objetivo de invitarlo a dormir en la cama con Harry mientras que él se quedaba en el sofá. 
Estaba consciente de que la responsabilidad que había tenido durante esa noche, había sido inmensa y lo mínimo que podía hacer, era dejar que siguiera descansando en un lugar más cómodo.

—Liam..—murmuró mientras seguía moviendo su hombro y quizá en los primeros movimientos no lo notó, pero enseguida cuando pasaron unos cuantos, Liam abrió sus ojos frunciendo el ceño por la iluminación natural de la sala.

—¿Sí?—habló.—¿Estás bien? ¿Qué sucede?—miró a Harry y cubrió sus ojos con una mano para que la luz no chocara tanto.—¿Tienes hambre? ¿Quieres que llame para que te traigan algo?

—Nada de eso, sólo era decirte que fueras a dormir en la cama con él, quizá necesitas descansar mejor y aquí te puede doler la espalda, no parecen muy cómodos para pasar la noche.

—No lo son, créeme.—murmuró Liam y sujetando a Harry trató de alejarlo de él para sentarse, pero éste enseguida lo notó y frunció el ceño.

—¿Lou?—murmuró.

—Aún no.—musitó Liam levantándose para estirar su espalda.—Vamos a la cama, ven conmigo.—habló sujetando la mano del rizado, pero éste se alejó y negó dos veces.—Aquí te dolerá el cuello, vamos, hazme caso.

—No.

Liam suspiró alto y estiró sus brazos.—Bien.—se agachó y lo sujetó antes de levantarlo entre sus brazos.—A la cama.—murmuró antes de comenzar a caminar. Harry, sin quejarse, se dejó llevar y Zayn, los persiguió.

—¿Qué hacía allá?—susurró el moreno

—Ahora te digo, dame un momento.—entró en la habitación y se acercó a la cama para dejarlo ahí y cubrirlo con las sábanas.—Duerme un poquito más, después te despertaremos.—habló y éste, sin responder, se acomodó mejor.

Al verlo, Liam acarició sus rizos y abandonó la habitación, y cuando Zayn también salió, la cerró.—Se despertó varias veces por la noche.—habló comenzando a caminar de regreso al salón.—Incluso en una de ellas salió corriendo porque soñó que Louis le había dicho dónde estaba y quiso ir a buscarlo.

—Vaya..—murmuró.

—Lo sé.—dijo y cuando finalmente regresó al sofá, se sentó suspirando.—¿No prefieres dormir con él un rato? Aún es muy temprano.

Beachwood Café (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora