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 Había pasado una hora y media desde que estaban en el coche esperando. El reloj de la muñeca del moreno ya marcaba las 12 y media y Louis simplemente ya no aguantaba todo el cansancio, pero se negaba regresar.

Los dos acabaron situándose en los asientos de atrás, y Louis apoyó su cabeza en el hombro de Zayn para después cerrar sus ojos y descansar un poco.
No conocía al moreno de mucho, pero sabía que con él estaba en buenas manos porque tenía un presentimiento de que  llegarían a ser muy buenos amigos. Amigos de vida, quizás.

Zayn pasaba sus dedos por la cabellera del ojiazul logrando que con cada movimiento que hacía, se fuera acercando más y más al sueño, pero eso no impidió que siguiera.

Louis, por otra parte tenía sus dos manos juntas entre sus piernas, dándoles un poco de calor ya que si no lo hacía, éstas se congelaban enseguida.

De todos los toques de cariño que Zayn no paraba de darle, Louis acabó quedándose dormido.
Leves respiraciones salían de sus finos labios soltando pequeños sonidos de tranquilidad, consiguiendo que hasta Zayn, se fuera relajando.

Pero eso no duró mucho.

Al cabo de otra media hora, ambos comenzaron a oír cómo dos hombres discutían acerca de algo. Hablaban fuerte e incluso a ratos se gritaban.
El molesto ruido no tardó en perforar los oídos del ojiazul, quien se acabó despertando y levantó la cabeza para encontrarse que Zayn también se había quedado dormido.

—¿¡Y qué hago joder!?—escuchó a lo lejos. Reconoció esa voz al instante.

—¡Deja de gritarme maldita sea! ¡¿Acaso fui yo el causante de todo esto!? ¡Además de que intento ayudarte me tratas como mierda!

Louis rápidamente se incorporó y abrió la puerta del coche para salir, ahí estaban esos dos, intentando encontrar las llaves para entrar en casa.

—No dormiré esta noche.—murmuró Harry mientras le daba un golpe en la puerta.—¡Joder!

—Seguro que está bien, seguro que está a salvo.

—No tiene protección, necesito que esté a mi lado..—suspiró.—No lo entiendes.

—Hablas como si estuvieras enamora-

—¿¡Y qué importa Liam joder!? ¿¡Te importa mucho?! ¿¡Eh!?

—Si sigues gritándome tendré que irme, no soportaré tus estupideces durante más tiempo.

—Hazlo.

Liam algo enojado se giró y comenzó a caminar pero a los dos pasos vio a Louis y paró.
Éste tenía sus manos escondidas en las largas mangas de su sudadera, sus cabellos estaban desordenados y los miraba con algo de miedo al escuchar cómo se gritaban.

—¿Harry?—llamó a su amigo.—Mira aquí un segundo.

—Creí que te ibas.—dijo sin ni siquiera darse la vuelta. Encontró la llave y no tardó en meterla en la cerradura.—Al fin y a cabo siempre me haces lo mismo, creí que me ayudarías a buscarlo pero-

—¿Tienes frío?—preguntó Liam acercándose a Louis, quien había comenzado a frotarse los brazos después de salir de la calidez que había dentro del coche.

Harry al oír que estaba hablando con alguien más, frunció el ceño y giró su cuerpo para poder aclararse la duda.

Liam estaba abrazándolo mientras ordenaba sus cabellos y le murmuraba cosas que Harry por estar lejos, no lograba oír.

Al verlos, no tardó en acercarse rápidamente y el castaño al ver que se acercaba, se separó alejándose de inmediato.
Sabía que si no lo hacía, su cuerpo sería empujado de todas maneras.
Se acabó acercando hasta el coche de Zayn dándoles privacidad.

Beachwood Café (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora