47

46 3 17
                                    

 A la mañana siguiente Harry consiguió despertarse antes que nadie, pues el reloj marcaba las seis de la mañana y ni siquiera el sol había salido por completo.

Aprovechando que Zayn estaba durmiendo a su lado, se levantó tratando de hacer el mínimo ruido posible y sin ni siquiera vestirse apropiadamente, bajó las escaleras y se abrigó con una chaqueta.

No tenía tiempo para poder arreglarse, Liam siempre había sido una persona mañanera y el hecho de haber abierto los ojos antes que él, ya parecía ser un milagro.

Se puso los zapatos y abrió muy lentamente la puerta antes de salir con la llave en sus manos.

La calidez de su cuerpo no tardó en perderse al sentir el aire gélido.
Sus pantalones negros de buzo parecían abrigar bien sus piernas pero lo mismo no sucedía con su pecho, ya que a través de sus prendas seguía sintiendo el aire congelado.

Se acercó al coche y se abrigó bien con su chaqueta antes de encender el motor e ir directo a la policía. Pues esto era su único objetivo.

Tras diez minutos, logró llegar y aparcó el coche donde pudo antes de entrar por la puerta sintiendo la calefacción puesta.

Se acercó a la secretaría que parecía resolver dudas y la miró a los ojos.

—Buenos días.—saludó y ella lo miró.

—Buenos días joven, ¿cómo puedo ayudarle?

—Verá, ayer encerraron a mi pareja porque hubo un problema en un mercado y-

—¿Louis Tomlinson?

—Ese.—dijo.—Ese mismo.—tragó saliva.—¿Hay noticias de él?

—Saldrá hoy, sí.

—¿Sí?—dijo con entusiasmo.—Genial, genial, y.. ¿hay información del hombre al que..?

—Está en un estado crítico pero al tener en cuenta todos los detalles proporcionados de su pareja y las claras evidencias que nos proporcionó, todos los hechos están justificados como defensa personal, por lo cual no tendrá ningún tipo de penalización.

—Genial, muchísimas gracias, ¿cuándo saldrá? Me refiero.. ¿a qué hora?

—Acompáñeme.—dijo y tras levantarse, comenzó a caminar, Harry sin malgastar ni un segundo, comenzó a perseguirla como un niño a su madre en un mercado.—Realmente la razón por la que pasó la noche aquí no es por tener la culpa, ni muchísimo menos, simplemente es nuestro deber tener a los involucrados sujetos hasta que los asuntos se despejen un poquito más. ¿Me explico?

—Claro, lo comprendo.

—Y este caso en particular no tuvo mucho misterio, ya que posteriormente hubieron varias denuncias hacia este hombre, pero no logramos localizarlo, por lo cual realmente su pareja nos ha hecho un gran favor.—sacó una llave y la introdujo en la cerradura para abrir la puerta que escondía la celda de Louis.

Harry había dejado de escuchar en el segundo que la gran puerta se abrió. Ahí estaba la escena que moría por ver. Louis durmiendo, apoyando su cabeza en sus rodillas como lo solía hacer cuando éste recién lo conoció.

—Caballero.—habló ella acercándose para abrir el segundo candado. Harry sonrió al ver cómo éste levantaba la cabeza molesto de ser despertado.—Ya puedes irte, vamos, arriba. Vino tu pareja a por ti.

—¿Hm?—murmuró y giró su mirada, al ver a Harry y las puertas abiertas, se levantó y asintió.

—Necesitaremos unas firmas de tu parte y ya podrás irte. ¿Te parece?—Louis asintió aún medio adormecido y comenzó a perseguirla hasta acabar en la recepción una vez más. Firmó los papeles y tras poca charla, ya estaba fuera con Harry. 

Beachwood Café (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora