Cap. 10.- El apellido Gunter
Ahora me encuentro en frente del gremio de alquimistas, Jessy logro convencer a Amper de que nos ayude a conseguir lo que necesitamos, ellos se fueron a conseguir armas, yo vengo aquí a conseguir pociones y suministros.
Antes de separarnos revise la carta de Raúl, decía que el día de mañana me encontrase con Dino y su grupo en el gremio y de ahí iríamos a la mazmorra, hoy será la fiesta a la que me invitaron, así que procuraré salir temprano para poder descansar. Además, antes de separarnos le di a Sasha 15 de oro para que comprasen, el al principio se negó de tomar tanto dinero, pero lo convencí con el argumento de que somos un equipo.
Ahora que lo pienso es algo curiosa la posición de cada gremio. El de artesanos está a las orillas de la zona pobre, el de aventureros en la zona media, y el de alquimistas en la zona noble, ¿el de comerciantes también se encontrará aquí?
Entre al gremio y el lugar era muy parecido a la entrada del de artesanos, solo que se encontraba más limpio y amueblado, se encontraba una mujer en la recepción que ni se inmutó al verme.
Mientras iba cruzando la sala para llegar a ella, de repente escuché el ruido de pasos provenientes del edificio, cada vez eran más y más fuertes hasta el punto de que llamo la atención de la recepcionista.
La puerta se abrió bruscamente dejando pasar a diferentes criaturas de diferentes formas, yo me quede congelado de la impresión, lo que les permitió acomodarse perfectamente a mi alrededor, y ya cuando la sala se encontró llena, todos los seres se arrodillaron frente a mí.
[Recepcionista] ¡¿Que está pasando aquí?! ¡Tú no te muevas, ahora regreso!
Me dijo y se fue por la misma puerta por la que entraron los seres, cabe decir que había más afuera que no lograron entrar pero que igual se arrodillaron.
Ahora que me fijo, todos traen collares de esclavo, con el mismo símbolo de una Cruz dorada.
Entre ellos había algunos que se parecían a los homúnculos de la cueva, otros eran humanos con escamas en los brazos y piernas además de una cola, también había unos altos con cuernos, largas cabelleras, las mujeres unos increíblemente desarrollados atributos y los hombres una musculatura envidiable.
Me aseguré de que no venía nadie y saqué a Ana del inventario.
[Ana] Volvió a cambiar el lugar.
[Kevin] Ana, ¿puedes identificar de que raza son?
[Ana] Todos estos de este lado son homúnculos, estos son lizard, estos son minotauros, estos son quimeras, y aquella es una homúnculo bastarda.
Al fondo se encontraba una mujer de un gran atractivo, de piel azul y cabello morado, un ojo era azul y el otro café, pero la parte blanca del ojo la tenía de color negra, además de unos pequeños cuernos retorcidos asia adelante.
[Kevin] ¿Sabes por qué se comportan así? No parece que les hayan ordenado hacer esto.
[Ana] No lo sé, ¡ah ya recuerdo! Una vez me pasó lo mismo cuando estuve en frente de un High-elf, de inmediato yo y los homúnculos nos arrodillamos ante él, pero no sé porque lo harán los otros.
¿High-elf? Es cierto, yo soy un high-human, es probable que esto me genere problemas. Un momento, estás razas no venían en la guía de aquel chico, ¿son razas minoritarias?
[Kevin] Muchas gracias Ana, te voy a regresar al inventario, y ustedes ya dejen de hacer esto y váyanse.
Regresé a Ana a mi inventario y todos los que estaban ahí regresaron dentro del edificio, dejándome solo en la sala.
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La felicidad a basé del inventario
FantasiaKevin, un joven entusiasta y astuto, que siempre aprovechaba cada oportunidad que se le presentase para aprender, emprender o experimentar, termino sin poder concretar sus objetivos al reencarnar en otro mundo de fantasía. Pero no todo es malo, ya q...