Cap. 36.- Steampunk

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Una de mis preocupaciones al llegar a este mundo, fue el avance tecnológico que tendría, no tanto en un sentido de comodidad, ya que sorpresivamente logré adaptarme muy bien a mi nuevo entorno, sino para saber que tanto iba diferir con mi preconcepción de las cosas, tomando en cuenta que aquí hay magia.

No tardaría en darme cuenta que el desarrollo aquí era neutro, si bien estaban estancados en algunas cosas, esto era más que nada por practicidad y tradición, hay armas de fuego, pero sale más barato y rentable pulir tu habilidad marcial y el propio universo de alguna manera propiciaba el uso de la espada y demás armas; y por otro lado la disposición de recursos y las posibilidades de las habilidades y magia daba pie a ingenios mecano-mágicos bastante interesantes, nada lo suficientemente práctico como para verlo en cada esquina, pero la preservación de alimentos, la construcción y la forja se veían notoriamente influenciados por esto.

Había escuchado de unos navíos especiales que recorrían los canales que conectan la capital de la alianza de Bargoy con los castillos-fortaleza en la frontera con el reino demonio, invención de los primeros habitantes de la alianza y la cúspide en tecnología marítima, aunque ahora estoy montando en algo sin duda más impresionante.

[...] Es aquí.

El trabajador que nos había estado guiando se detuvo en una puerta y nos indicó que entrásemos. Por dentro, un espacioso cuarto finamente amueblado y tapizado con cafés y dorados, había dos cuadros a los lados de hermosos paisajes arrebolados y en cada esquina se distinguía una puerta, ese sería nuestro cuarto durante todo el viaje.

[Kevin] Muchísimas gracias.

[Trabajador] Estoy para servirles, sus llaves.

El hombre extendió su brazo de obsidiana negra y en su mano tenía 5 llaves iguales, las tomé mientras agradecí y él saldría de la habitación, al parecer cada trabajador de cada área en el tren tienen un brazo de distintos materiales.

[Amper] ¡Fuaaa, que cómodo!

Dijo mientras se recostaba en uno de los sillones mientras se estiraba y se desabrochaba las partes retirables de su vestido, Dine haría lo mismo mientras curioseaba en la habitación y Jessy y Sasha irían hacia las puertas izquierda y derecha del fondo respectivamente.

[Jessy] Aquí están las camas.

[Sasha] Y aquí los baños.

[Kevin] Bien.

Ya confirmado para qué eran las puertas, me dirigí hacia la de la derecha para ver qué era, encontrándome con un cuarto vacío con varios estantes y repisas en las paredes, además de un enorme espejo que cubría toda la pared frente a la puerta, lo único que se me ocurría es que fuese un vestidor ya que se encuentra al lado del baño.

Me dirigí a la última puerta y me encontré con un comedor considerablemente espacioso y en una esquina una especie de minibar lleno de botellas de diferentes tipos aunque no todas parecían de alcohol, además de una considerable cantidad de conservas y mermeladas de diferentes tipos.

[Sasha] ¡Wha...!

Sorprendido por el grito de Sasha me dirigí al baño, encontrándome a mi compañero algo empapado y al lavabo abierto.

[Kevin] ¿Que paso?

[Sasha] Perdón, intentaba descubrir cómo funciona está cosa.

Miro una vez más al lavabo y noto que esté era considerablemente parecido a uno de mi mundo, aunque esté tiene las llaves pegado a la pared y no precisamente al azulejo.

[Dine] Chicos.

Los dos acudimos al llamado, Jessy también saldría del cuarto y Amper asomaría la cabeza del sillón.

La felicidad a basé del inventarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora