Cap. 38.1.- Al son de sus caprichos

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POV AIRI

Dentro de un enorme auditorio, el más grande que haya visto nunca, cientos de figuras humanoides danzaban y se arremolinaban entre sí.

Una gran multitud se difuminaba entre las cortinas rojas, los candelabros dorados y el mármol blanquecino del piso y las columnas, cualquiera que viera eso se maravillaría de tal despliegue artístico de danza y gimnasia, o sería así si no fuera porque los que danzaban no eran humanos.

Cuando llegamos a este nivel, el lugar estaba oscuro y frío, y las figuras estaban quietas al otro lado del auditorio, pero al ya estar todos presentes, las figuras se moverian, y conforme se fueron moviendo, el lugar se iluminó de una manera sobrenatural y el calor se hizo presente.

Todos a pesar de ser humanoides, tenían la apariencia de figuras de porcelana, blancas y sin ningún rasgo distintivo en el rostro, de diferentes tamaños de niños o adultos, y vistiendo diferentes trajes de bufones y oficios que no pude distinguir, y entre ellos había algunos que sí poseían rostro, pero a su vez no tenían ninguna vestimenta, luciendo sus articulaciones de muñeco y sus atributos que aparentaban lo masculino y lo femenino, atributos ausentes en los otros vestidos a pesar de poseer ropas de distintos géneros, ya en este punto nos habíamos adaptado al hecho de que toda la mazmorra era una burla a la sexualidad.

Las formas empezaron moviéndose de forma remota y repetitiva, dando vueltas entre sí sin ninguna gracia, pero poco a poco fueron agarrando fuerza e ímpetu, hasta parecer realmente un espectáculo mientras se iba acercando.

Al poco tiempo y a mitad de camino, notamos como a veces y de manera aleatoria los muñecos aceleraban sus movimientos violentamente, provocando el sonido de la fricción del viento o cortando las telas de los muros nada más rozando con ellos, podía ver que de recibir un golpe directo no sería menos que una contusión.

Ya íbamos a debatir sobre qué hacer con nuestros nuevos contrincantes, pero entonces Salaman se puso enfrente de nosotros.

[Salaman] ¡Roaaa...!

De un potente rugido cargado de poder el solo se encargaría de todos los monstruos, que terminaron destrozados y corroídos al otro lado del auditorio, más o menos a la altura de donde estaban al inicio.

[Brunt] Y hasta ahí llegó tan extraño espectáculo, gracias Salaman.

Él le dirigió una mirada seria solo para después ignorarlo, avanzaria mientras era perseguido por Brirli para alcanzarle.

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Al final ni siquiera hubo discusión, no por el hecho de que si el jefe del nivel estaba ligado al árbol significa que este volvería cuando el jefe se regenerara, sino por la obvia provocación de aquella goblin para incitar el conflicto en nosotros.

El joven miembro de los jinetes encendió el árbol con su espada, y al momento de que las llamas llegaron a la copa, una figura, femenina y cubierta por una enorme tela pútrida de moho y maleza, un sombrero de copa tan largo como una lanza, y un cabello mugroso que le cubría toda la parte superior del cuerpo, apareció entre las llamas, no pude verla bien al igual que el resto, pero el algun momento me pareció que nos dirigía una sonrisa entre todo el pelo que cubría su rostro.

Ante su aparición, la goblin dejaría de actuar extraño, volviendo a su semblante original mientras actuaba de manera taciturna, ya habíamos barajado la idea de que estuviera siendo controlada directamente, pero esto lo confirmaba, al estar el árbol casi consumido por completo, la goblin se inclinaría en el suelo, sacaría algo de su pecho y lo enterraria en el suelo, Caste y su grupo reaccionarian con especial interés a esto, después de aquello, la goblin caminaría para adentrarse en el bosque, mientras la vida iba escapando de su rostro.

La felicidad a basé del inventarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora