Cap. 35.- Una doncella delicada y cachonda

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[Kevin] Sasha... no puedo... p-por favor...

[Sasha] ¡Aguanta un poco más! ¡Ya casi...!

Tras salir de Galian y pasar el bosque fronterizo, tocó cruzar algo conocido como el valle escarchado, una enorme extensión de terreno con una vegetación llena de puntos blancos.

El viaje transcurría sin ningún problema, hasta que a mitad de camino el pasaje se volvió rocoso y accidentado, había tantas rocas y el camión se inclinaba y torcía tanto que los rebotes dentro del carro nos obligaba a ponernos de pie.

Al principio no le di importancia, pero pasar 12 horas seguidas diarias siendo acosado por movimientos bruscos durante 5 días hiso mella en mi cuerpo.

[Kevin] ¡Gu...! Ya quiero llegar.

[Ambar] ¿No te sería más cómodo si te quitas ese collar?

[Kevin] Si eso sirviese de algo, ya lo habría hecho.

Dije intentando evadir el tema del collar, a lo que ella me dirigió una risa burlona, no supe cómo interpretar eso.

Pero es cierto, el collar reduce mis stats, pero no sé qué efectos tendrá en el mundo si me lo quitó, además de que no significa una incomodidad en especial, a veces hasta olvidó que lo traigo puesto.

[Gon] Fuuu... ¡aguanta jovencito! ¡la esencia de un aventurero está en su aguan...! ¡Gluuu...!

Era la cuarta vez que lo veíamos vomitar, cosa rara en un tanque, a lo que él nos dijo que estaba dedicando sus fuerzas en curarse, y que por eso está tan débil.

[Jessy] Señor Gon, por favor déjeme curarle.

[Gon] Ya se lo expliqué jovencita, a un caminante del sendero dorado no lo convencerás tan fácilmente de usar magia curativa, y mucho menos si no es un caso mortal.

[Jessy] ¿Y esa doctrina lo tiene que hacer sufrir tanto?

[Duncan] No es eso, Jessy.

Duncan interrumpió mientras se sentaba en frente de Gon.

[Duncan] Gon tiene discípulos, por lo que debe enaltecer los principios de su doctrina siempre, eso sumado a qué ahora es el héroe de Galian...

Ambos se dirigieron miradas punzantes para después dirigirse sonrisas cómplices entre sí, al parecer estos dos se llevaban mejor de lo esperado.

[Amper] Pero ahora no están ninguno de sus discípulos.

[Dine] ¡Oigan! ¡Vengan a ver!

Dine había acompañado al chófer durante el viaje, por lo que metió la cabeza al carro muy emocionada para avisarnos.

Rápidamente abrimos las cortinas, y vimos a lo lejos, a una altitud menor a la nuestra, permitiéndonos ver mejor el panorama, la enorme ciudad fronteriza del reino humano, Perú.

[Amper] Es increíble.

[Kevin] Si, es increíble el enorme pilar de hierro recostado a lo lejos.

Dije apuntando a la enorme estructura que se veía al otro lado de la ciudad, a pesar de la distancia se distinguía claramente, era como ver un rascacielos recostado en el suelo, ancho y considerablemente largo.

[Lucy] No digas eso, lo que estás viendo es la Iron-Line, el destino a dónde nos dirigimos.

Reaccione sorprendido ante el dato, si así se veía a lo lejos, no podía imaginarme como se vería de cercas.

Avanzamos por un camión más parejo, cosa que agradecí, ahora con la impresionante vista de la ciudad, tras un rato no pude evitar compararla con el centro de Monterrey, mi ciudad natal en Mexico, visto desde el Serró de la Silla.

La felicidad a basé del inventarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora