H A R L I E
— Es que yo sigo sin entender por qué tenías que irte, y de paso, sin despedirte de tu buena amiga y pegoste personal, Neila. — Escuchaba hablar a la rubia al otro lado de la línea como el loro que era.
Volví a suspirar como por sexta vez en el día intentando mantener la paciencia con Neila.
— Ya te dije que debía pasar al menos un fin de semana con mi papá antes de las vacaciones de Navidad, Neila. Te lo he dicho durante aproximadamente veinte minutos, joder. — Me masajeé el puente de la nariz en desesperación.
— ¡Y yo sigo diciéndote que al menos debías despedirte de tu pegoste personal, Harlie!
Rodé los ojos ante sus reclamos absurdos.
— Ya cálmate y cállate. Ya estoy entrando a la universidad. — Hablé y corté la llamada antes de que siguiera hablando y reclamando por estupideces.
Y bueno, no era mentira. Justo ahora íbamos llegando a la entrada de la universidad, le di al portero de seguridad mi identificación de alumna que me dieron la primera semana de clases, él me dejó pasar y mi papá condujo hasta la hermandad, mi corazón acelerándose a medida que íbamos avanzando por cada cuadra de hermandades, y cuando nos detuvimos frente a la mía, una sonrisa se abrió paso en mis labios al ver que mis chicos estaban fuera de la casa con una gran pancarta donde reposaba la frase Bienvenida a casa, gorila menor escrita en cursiva con muchos marcadores y decorada con demasiados dibujos de lo que me gustaba, por lo que no pude evitar salir disparada del auto para acercarme a ellos y verlos con (lo que debía admitir) lágrimas cristalizando mi mirada.
Joder, me pusieron sensible.
El primero en hablar fue Harry;
— Bienvenida a casa, princesa.
Me escabullí por debajo de la pancarta haciéndolos reír a los cinco para abrazar al rizado con fuerza, inhalando la loción que él sabía era mi favorita de entre todas las que tenía, dejando mi cabeza contra su pecho mientras mis brazos estaban alrededor de su torso, sintiendo sus brazos alrededor mío y sus labios posándose sobre mi sien.
— Gracias, Hazz. — Levanté la mirada hacia él, notando la gran diferencia de altura que había entre ambos, pero amando la misma.
Él me sonrió, pero tuve que soltarme (aunque no quisiera) para ir a abrazar a los demás chicos, quienes me recibieron con palabras de añoranza y abrazos realmente apretados, en especial Liam, quien parecía un hermano mayor que veía a su hermanita después de años de no verse.
Eran unos exagerados, pero así les quería.
Abracé a Niall de último con mucha fuerza, recibiendo la misma magnitud en su abrazo, sintiendo sus labios posarse sobre mi mejilla. Alcé mi mirada y pude observar un bonito brillo en sus ojos, haciéndome sonreír, para después besar su mejilla y separarme de él.
Mi papá bajó mi maleta del auto y se la entregó a Louis, quien, después de saludarlo, entró a la casa para subir mi maleta, pero yo me quedé con los chicos y con papá afuera. Pude observar los ojos de mi progenitor empezar a llenarse de lágrimas como la primera vez que me dejó aquí, a lo que mi corazón se arrugó al notar que mi papá no quería volver a alejarme de él, pues habíamos pasado bastante tiempo separados gracias a que se fue de California después de divorciarse de mi mamá, así que casi no lo veía, sólo de vez en cuando, y justo cuando teníamos esta oportunidad de pasar más tiempo juntos, la universidad es una fraternidad y no podía salir cuando quisiera; gran desventaja.
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Fallen Angel | Harry Styles
FanfictionSus ojos escondían distintos tipos de incógnitas, dejándome en un lugar indefinido ante todos mis sentidos. Sabía que no me quería cerca, pero como yo era lo suficientemente terca para seguir insistiendo, me dejó entrar, más no me guió en el camino...