XXVII.

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H A R L I E

Supongo que en algún momento tuve que calmar la rabia y la decepción que estaba sintiendo en mi interior al enterarme que el padre de Harry tiene planes contra mi papá, pero también debo centrarme en reconocer que él y los chicos no tienen nada que ver en esto, más bien, están intentando que el objetivo del señor Styles cambie y se dirija hacia otra persona, cosa que les agradezco, porque se nota que me tienen aprecio con el simple hecho de que no le hagan daño a mi papá.

Sé que mis sentimientos por Harry están interfiriendo en todo lo que hago, siento y digo, ni siquiera sé en qué punto empecé a enamorarme con tan poco tiempo de conocerlo, yo no soy ese tipo de chicas que caen de buenas a primeras, ni siquiera por alguien tan atractivo como lo es el rizado, pero supongo que hablaba así porque nunca antes me había enamorado, porque nunca antes había sentido por alguien lo que siento por Harry; y me asusta, de verdad que me asusta saber que tiene una debilidad en mí que nunca antes nadie había tenido.

¿Qué carajos pasaba por mi cabeza al pretender que Morgan me ayudaría sin exigir algo a cambio? Realmente estuve en un trance mental en el que quería fingir que él sí sería mi amigo sin ocultar ni fingir nada, pero resultó siendo mucho más siniestro que el mismo Harry, incluso podría decir que estuvo a punto de besarme pensando que era Carlie.

Qué asco.

Pero estaba ahora en los brazos del chico que me hacía suspirar y ver corazones donde no los había sólo con sonreírme, caminando hacia el restaurante con mis brazos alrededor de su torso y él sujetando mi cintura con un brazo, riéndonos de lo idiota que quedó Morgan al irme corriendo como si estuviera corriendo un maratón. Tenía en su mano libre la bolsa con el disco que le había regalado más un disco que él había comprado, pero ni siquiera me había dejado ver de quién era, mientras que yo mantenía en mi propia bolsa el disco que compré para mí que es el nuevo de Taylor Swift.

Llegamos al dichoso local que pertenece a los padres de Niall y nos dirigimos a la mesa donde se encontraban los chicos comiendo entre risas, y al vernos en aquella posición sonrieron hacia nosotros. No pude evitar mirar hacia la mesa donde había estado con Morgan, ya no estaba, pero sí recordé lo incómoda que me sentí al percibir sus intenciones de besarme, pero no soy de las que se queda paralizada, actué por inercia y salí corriendo como alma que lleva el diablo, pero preferí actuar así y no dejarme besar por ese imbécil.

Tomamos asiento con los chicos y Harry compartió su comida conmigo.

— ¿Estás bien, Har? — Pregunta Zayn.

Asiento.

— No soy estúpida, actué rápido.

— Me agrada el hecho de que sepas defenderte en caso de no estar con nosotros. — Opina Liam con la vista fija en su teléfono.

— Él debe saber claramente mis alcances, no por nada le fracturé un brazo.

Los chicos empiezan a reír y son este tipo de momentos los que me hacen saber que ellos son lo más cercano que tengo a unos hermanos, ya que mis padres no pudieron darme unos sanguíneos, la vida me dio unos de corazón que no cambiaría por nadie, ni siquiera por el papá de Harry.

Sabía que existían muchos secretos entre nosotros, habían muchas cosas que no encajaban, por lo tanto, tenía que seguir fingiendo demencia para poder seguir inmiscuyéndome en su mundo sin que se dieran cuenta de mis intenciones, ya que no era ignorante para saber que si sabían de mis planes no me dejarían seguir a su lado.

Fallen Angel | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora