XXXIV.

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H A R L I E

Desperté con el corazón latiéndome a mil por hora, mi cuerpo se sentía extremadamente caliente y sentía el sudor corriendo por mi espalda, mi vagina escurriendo flujo como una cascada y mi boca seca en demasía.

¿Qué mierda había sido aquello?

Me encontraba en mi cama, en mi habitación, el sol se asomaba por la ventana de mi habitación, mi cuerpo añoraba el calor corporal de Harry y sus brazos a mi alrededor, pero rápidamente vino a mi cabeza el recuerdo de que estábamos enojados el uno con el otro por su amenaza hacia mí y hacia Niall en la discoteca.

Todo había sido un sueño, un muy caliente sueño que me había dejado con la excitación a mil, pero un sueño a fin de cuentas. No había pasado, no había tenido sexo con Niall y pude respirar con alivio porque se había sentido tan real, tanto que sentía en mi entrada la falsa sensación del pene de mi rubio amigo hasta lo más profundo de mi ser.

El último recuerdo que tengo de anoche es que estaba llorando en el baño por haber tenido la errónea idea de que Harry cambiaría su peligrosa personalidad por mí, que me elegiría a mí por encima de su impulsiva y arrogante manera de ser, que intentaría cambiar todo lo malo en su interior por mí, pero luego me calmé pensando que yo no podía cambiar a nadie, que el que deseaba cambiar lo haría sin necesidad siquiera de pedirlo, por lo que luego salí del baño y casi me bebo toda la barra de la discoteca de Luke sin siquiera darle importancia a la presencia de Harry cerca de mí con su irritable estado a flor de piel, sólo bebí y bailé como si no hubiera un mañana, pero no recuerdo en qué momento llegamos a la casa ni en qué momento vine a parar a mi habitación y no a la de mi novio.

El sueño que había tenido con Niall me había dejado con la expectativa bastante alta, con la sensación de que el sexo que tenía con Harry aún no era suficiente para calmar mi apetito sexual, sin embargo, ¿cómo sería tener sexo rudo con mi novio? Después de todo, Harry siempre cuidaba de mí, velaba por mi bienestar en el aspecto sexual por mí falta de experiencia, tomando en cuenta que él era mi primera experiencia, mi primer hombre, por ende, él sólo buscaba no hacerme daño, por lo que me puse como objetivo arreglar las cosas más tarde y pedirle muy encarecidamente que me diera duro contra el muro.

Obviamente no le diría la razón, tampoco quiero morir hoy. Gracias.

Me levanté de mi cama sintiendo mi entrada escurrir flujo y mi piel arder, por lo que cepillé mis dientes y me di una ducha con agua fría para parar la calentura de mi cuerpo y empezar a despejar la mente de aquel sueño, debía olvidarme de eso si es que quería seguir viendo a la cara a Niall sin tener ganas de que me follara tal cual el sueño.

Yo amaba a Harry, debía olvidar todo eso, yo debía soñar sólo con mi novio, no con su mejor amigo que también es mi amigo.

Salí del baño sintiéndome mejor, mi cuerpo ya se había enfriado lo suficiente como para que mi vagina dejara de escurrir flujo, por lo que me apliqué mi crema corporal y me vestí con un pantalón holgado de pijama junto con un suéter de Harry que me quedaba grande, me rocié perfume y sujeté mi cabello en una coleta floja. Salí de mi habitación con el objetivo de ir a buscar a mi novio para arreglar las cosas, sin embargo, escuché las voces de los chicos en la cocina, por lo que decidí hablar con él después de desayunar.

Me encontré con los cinco preparando el desayuno y hablando animadamente, pero Harry se mantenía algo alejado y ensimismado, por lo que Liam alternó su mirada entre mi novio y yo en gesto de que debíamos arreglar las cosas, por lo que asentí levemente y me acerqué a él para abrazarlo.

Fallen Angel | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora