XVIII.

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H A R L I E

Esto tenía que ser una maldita broma de muy mal gusto por parte de Harry, porque no estaba de acuerdo en lo absoluto con nada de lo que habíamos acordado, pero tampoco estaba dispuesta a que le dijeran a la directora lo ocurrido y que me sacaran de esta hermandad. Sabía las consecuencias desde el principio y aún así acepté la propuesta indecente (sí, como la canción de Romeo Santos) de Niall, prefiriendo mis ganas de matar el placer antes que los problemas que podía causarle a Harry. Había ido muy lejos y ahora debía pagar por ello, pero creo que habría habido una mejor opción que una maldita guerra de bromas cuando yo era una mojigata que nunca en su vida había hecho una sola broma, porque ni siquiera había participado en las bromas que le hacían mis primos a nuestros padres, ya que siempre decía que nos meteríamos en problemas y siempre preferí ser la prima santa.

Cómo me arrepentía ahora.

Salí de mi nuevo cuarto, porque sí, los chicos me dieron el cuarto que habían instalado para jugar sólo porque no querían que estuviera incómoda teniendo que vivir en el mismo cuarto que Aliah, así que me dejaron este cuarto y mudamos el cuarto de juegos al sótano que era mucho más amplio. Busqué con la mirada a cierto muchacho de tez blanca, ojos azules y cabello rubio que me hacía explotar en sensaciones con sólo un beso, y cuando vi que estaba saliendo de su cuarto bostezando y tallando su ojos con pereza a causa de que acababa de levantarse, me avalancé sobre él golpeando su pecho y sus brazos, tomándolo por sorpresa y haciendo que ambos cayeramos al suelo, pero no me importó en lo absoluto el impacto, sino lo que estaba haciendo para reprocharle el hecho de que haya metido una cucaracha voladora en mi habitación como su broma inicial.

Iba a joderlo.

— ¡Déjame, Har! — Sus manos en mis costados intentando detener mis golpes apartando la cara, pero mis manos eran ágiles y daban palmadas pesadas con rapidez.

— ¡Te pasa por ser un hijo de puta que sabe mi miedo por las cucarachas! — Di otro manotazo contra su cara y él comenzó a reírse.

— ¡Sólo fue una broma! — Sus carcajadas me provocaban gracia, pero no iba a reír, en lo absoluto, debía vengarme de él.

— ¡De muy mal gusto, hijo de perra!

Mis palmas seguían chocando con cualquier parte de su cuerpo hasta que sentí unos brazos alzarme y dejarme en el suelo, pero lejos del cuerpo de Niall, quien seguía riendo como un desquiciado mientras rodaba soltando sonoras carcajadas. Mi respiración estaba agitada, pero eso no impidió que le soltara una palmada al brazo que me sostenía, el cual me soltó de inmediato, así que me di la vuelta y me encontré con la expresión burlona de Harry que me miraba con sarcasmo.

— Buena manera de comenzar el día. — Bromeó, pero yo sólo pude bufar.

Señalé a Niall con rabia porque todavía no creía el hecho de que haya usado uno de mis miedos a su favor.

— ¡Metió una cucaracha voladora a mi habitación! — Acusé como niña pequeña, pero me importaba poco.

La expresión de Harry cambió a una neutral para después empezar a reír como foca con epilepsia encorvándose para sostener su estómago, uniéndose a la risa de Niall detrás mío, y provocando que yo me molestara aún más. Suspiré y levanté mi pierna flexionando un poco mi rodilla, pero con la punta de mi pie pegué en la virilidad del rizado escuchándolo jadear y cayendo al suelo sosteniendo entre sus manos su zona íntima, por lo que sonreí burlona y caminé hacia el cuarto de Liam, toqué la puerta y éste me recibió con una sonrisa y listo para ir a clase, pero al ver detrás de mí a los chicos en el suelo, su expresión decayó un poco, bajando la mirada hacia mí.

Fallen Angel | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora