Fallen Angel | Harry Styles

XXXIII.

H A R L I E

La situación de Zayn era algo que me preocupaba en demasía, después de todo, es como mi hermano, y verlo llorando por alguien que no supo valorarlo me hace enfurecer y querer encontrar a esa hija de puta y hacerla sufrir hasta destruirla.

Upsi, muy ruda.

Literalmente Zayn se estaba bebiendo todo el bar sin siquiera ponerse a pensar que podría sufrir de un coma etílico o qué sé yo, simplemente me preocupaba muchísimo verlo en ese estado, así que suponía que la chica no la conocía desde hace poco, debía tener un tiempo más o menos largo conociéndola para estar en este punto de tristeza.

Podía sentir la mirada del hermano de Zayn sobre mí, pero sabía que no intentaría nada sabiendo que estaba Harry aquí, y no debe ser tan estúpido para no saber que soy la novia del rizado, así que sólo me sentía un poco incómoda, sin embargo, intentaba no darle muchas vueltas al asunto y hacerme la tonta.

Liam y Niall estaban en la pista de baile con unas chicas que nunca antes había visto en mi vida, pero se les veía sonrientes, y eso me llenaba el pecho de alegría puesto que me hacía feliz ver a mis amigos felices.

Harry se acercó a mí después de haber estado hablando por un largo rato con el hermano de Zayn, se sentó a mi lado y rodó los ojos con fastidio cuando escuchó a Zayn sollozar, por lo que le di un golpe en el brazo y él se quejó, pero se rió.

—  ¿Te dejaron plantado, Zee? — La pregunta de mi novio fue sarcástica.

Zayn lo fulminó con la mirada mientras se empinaba la botella de cerveza en un largo trago.

— Me dijo que no estaba interesada. — Fue lo único que Zayn respondió ante la pregunta de Harry.

Obviamente sabía que había mucho más que contar, pero también sabía que Zayn estaba muy lastimado como para querer contar todo eso ahorita.

— ¿Te importa si me llevo a mi novia un rato? — Sabía que era una pregunta retórica, por lo que le di otro golpe en el brazo.

Zayn se encogió de hombros en gesto de restarle importancia y mi novio sujetó mi mano llevándome hacia la pista de baile, sus manos se posaron en mi cintura acercándome a su fornido pecho, mis manos fueron directo a su nuca, sujetando ésta con delicadeza, pero a la vez con firmeza para mantener nuestros rostros sumamente cerca. Nuestras caderas empezaron a moverse a un compás lento pero erótico a la vez, haciendo que la serotonina en nuestro sistema se elevara hasta el cielo.

Que no se notara que Harry y yo éramos unos conejos.

Mi mirada se encontró por casualidad con la mirada libidinosa de Niall, quien tenía entre sus brazos a la desconocida con la que tenía ya un rato bailando. Nuestras miradas se mantuvieron conectadas durante unos minutos aproximadamente, y eso me hizo sentir un cosquilleo en el estómago que me preocupó de inmediato porque yo no podía sentir eso, o al menos no quería interpretarlo como mariposas en el estómago, prefería asociarlo con incomodidad.

Sí. Eso era. Incomodidad.

Aparté la mirada y me concentré en mi novio, de quien estaba enamorada de verdad. Harry me miró y sonrió para luego acercarse a mis labios y dejar un casto beso sobre mis labios dejándome con ganas de más, dejándome con un picor delicioso sobre mis labiales.

— Te amo. — Murmuró sólo para que yo escuchara.

Se me escapó una sonrisa por inercia.

— Te amo, Hazz. — Besé sus labios con delicadeza.

En ese momento empezó a sonar Renegade, y de verdad que a mí me encantaba esa canción. Era tan sensual, tan erótica, tan provocativa que sólo te provocaba ganas de bailar sensualmente mientras tu persona te mira con lujuria en sus pupilas, o tener sexo lento pero duro con la canción de fondo creando el ambiente perfecto.