Fallen Angel | Harry Styles

XIX.

H A R L I E

Yo me la había querido tirar de heroína, pero lamentablemente bajaron a la heroína del pedestal en cuanto un hijo de puta le fue con el chisme a la directora, nos buscaron, vieron la escena y de inmediato nos llevaron a los implicados a la dirección, donde nos encontrábamos actualmente siendo acusados por la directora y por la coordinadora de disciplina estudiantil.

Joder.

— No entiendo la necesidad de que se hayan implicado en la violencia si pudieron arreglar las cosas hablando. — La coordinadora habló manteniendo una postura recta e intimidante.

— Vuelvo a repetir lo mismo; —Bufé— Ella me llamó la puta del grupo líder, ¿acaso no me iba a defender?

— Pero no con la violencia, Harlie. — Siguió insistiendo.

— Pues fue mi método de defensa, porque no puedo simplemente dejar pasar que se haya metido con mis amigos y que luego me haya llamado puta. — Mi ceño estaba fruncido y mi mandíbula apretada.

Sabía que me estaba metiendo en la boca del lobo, porque sabía que Aliah podía abrir su maldita boca y echarnos de cabeza a todos por lo mío con Niall, pero también sabía que podíamos acusarla de casi haber creado una guerra entre hermandades y podíamos simplemente ocultar lo de mi romance, ya que los chicos no estaban dispuestos a delatarnos ni a Niall ni a mí.

— Es lo que eres, Harlie. No te hagas la ofendida ahora.

Quise volver a golpearla, pero creo que había tenido suficiente con los golpes que le había dado, ya que su labio estaba partido y su pómulo levemente hinchado.

No estaba dispuesta a que me desacreditara delante de nadie, porque yo sólo había cometido ese error, en cambio, por lo que pude escuchar de los chicos, ella ha cometido cientos de errores, uno tras otro, y se los han perdonado porque ella y Harry son familia.

— Te pido que la respetes porque la primera que merece ese insulto eres tú. — Harry respondió haciéndome sonreír.

Aliah bufó y rodó los ojos, por lo que seguí sonriendo como si me hubiera ganado la lotería haciendo reír al rizado a mi lado.

— No los vamos a suspender. —Los tres suspiramos en alivio— Pero tendrán que hacer servicio comunitario por una semana.

Nos atragantamos, yo apreté las nalgas y quise lanzarme de la azotea del instituto de inmediato, porque detestaba limpiar, yo no estaba hecha para ser ama de casa y mucho menos sería la conserje de la universidad. Que se jodieran, porque no estaba dispuesta a hacer absolutamente nada.

Pero al parecer vieron mi cara de rechazo.

— Si no lo hacen recibirán la suspensión.

Coño.

Suspiré y asentí, supongo que debía aceptar que esta no era una batalla justa y que debía rendirme, porque no estaba en discusión que cargara con una suspensión en mi historial académico cuando siempre había sido una alumna honorable. Sé que lo había hecho por Harry, por eso no me pesaba tanto lo que había hecho, pero no podía crearle problemas a mi papá y mucho menos a mí por alguien como Aliah.

— Pueden retirarse. — Habló la directora, así que nos levantamos de las sillas y salimos de la dirección con la cola entre las patas.