XII.

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H A R L I E

— Joder, Har, basta de ser tan terca y entiende que lo mejor es que ella misma resuelva su problema, después de todo fue ella quien decidió hacer eso. — Harry intentaba convencerme de no ir a ayudar a Aliah, pero es que yo no tenía ese maldito corazón de piedra que veía que alguien estaba en problemas y no iba a socorrerle.

Yo no podía ni quería ser así.

— Me vale madres que ella se haya buscado eso. No puedo permitir que le haga daño. — Intentaba sacarme su mano de encima, pero su agarre se apretaba cada vez más.

— ¡Harlie, ya basta!

Me quedé quieta al escucharlo gritarme, porque Harry jamás me había gritado en los meses que llevábamos conociéndonos, y ahora, sólo porque quería ayudar a mi compañera de habitación, me había gritado. ¿Qué escondía que no quería que la ayudara, acaso eso me haría descubrir algo?

— ¡Basta tú! — Le arrebaté mi brazo y corrí hacia Aliah, metiéndome en medio de ella y el abusador de ese chico, quienes me miraron con sorpresa.

— Quítate, chica. Este no es tu problema. — Habló el abusador ese queriendo quitarme de en medio.

— No pienso permitir que la agredas. — Determiné mirándolo fijamente.

— Har, no tienes que hacer esto. Es mi problema, no quiero que te metas en problemas por mí. — Aliah intentó convencerme, pero no me movería.

Bufé. 

— No te dejaré sola en esto.

— ¡Styles, ven a buscar a tu puta! — El chico del equipo de fútbol gritó llamando la atención de todos los que estaban en la cafetería, incluso la del mismo Harry, quien apretó su mandíbula al escucharlo decir aquello.

— Mide tus palabras, Morgan, porque no me quedaré sentado aquí escuchando cómo la insultas. — El castaño miraba a Morgan con una expresión neutral que me hizo sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo entero.

— ¡Pues entonces dile que no se meta en un asunto que no es suyo! — Intentó ponerme una mano encima, pero enseguida detuve su extremidad agarrándola y doblándola hacia un lado, viendo su cara contraerse en una mueca de dolor.

— Me pones una mano encima y te arranco el brazo. — Amenacé y me moví hasta que su brazo cruzó su espalda escuchándolo gritar.

— ¡Maldita sea, suéltame! — Gritó apretando sus dientes al igual que sus ojos cerrados.

Seguí doblando su brazo hasta que sentí una mano posarse en mi hombro, haciendo que mirara hacia arriba, pero no perdiendo la fuerza en el agarre sobre Morgan. Los ojos verdes de Harry aparecieron en mi campo de visión, haciéndome flaquear, pero rápidamente retiré la mirada y seguí presionando a Morgan.

— Suéltalo, Har. — Harry habló de manera determinada, pero no hice caso a sus palabras.

— Quiso tocarme. — Hablé entre dientes.

— Lo que menos voy a hacer es permitir que te ponga una jodida mano encima, Har, lo prometo, pero debes soltarlo si no quieres fracturarle el brazo y que después tengas problemas.

Fallen Angel | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora