Capítulo 2

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- Bienvenida.

Su semblante era serio pero no de una forma incómoda.

- Muchas Gracias.-
Terminé de entrar en el despacho y caminé hacia él. - Mi nombre es Serena Tsukino, mucho gusto - extendí mi mano hacia a él. La estrechó.
Aunque ya nos habíamos visto, las formalidades eran importantes.

- Mucho gusto, Seiya Kou. Creo que tu escritorio es ese - dejó mi mano para señalarme un escritorio a mis espaldas.

- Gracias. - caminé hacia él y comencé a sacar mis cosas de la caja.

- Quisiera que me pusieras al tanto de todo por favor. - se había sentado en un gran sillón de piel y ahora tecleaba algo en su computadora.

- Claro. - le sonreí. Terminé de sacar mis cosas y acomodarlas, luego tomé algunos folders y me dirigí hasta él. - Aquí están los casos que el bufete está tramitando en este momento, si los revisa podrá ver qué se trata de casos muy importantes. Ahora son los de mayor prioridad.

Le puse las carpetas frente a él y las extendí. - Si quiere puede revisarlas en lo que voy al Juzgado.

- Perfecto, muchas gracias Serena. - me sonrió amablemente y luego comenzó a ojear las carpetas.

Me dirigí a mi escritorio y tomé mi bolso y algunas cosas que necesitaba. Me despedí de él y salí de ahí.

Al acercarme a tomar el elevador una voz a mis espaldas llamó  mi atención.

- Serena... - volteé en su dirección y le sonreí. - Hola Mina.

Llegó corriendo como de costumbre. Siempre se la pasaba de aquí para allá todo el tiempo. Era la secretaria del Jefe Dárien Chiba.

- Oye... - tomó aire - ya me dijeron que te mandaron con el guapo. - una sonrisa pícara característica de Mina apareció en su rostro.

- ¿Seiya Kou? - levante las cejas en repetidas ocasiones y le cerré un ojo. - sí, es guapísimo.

Ambas subíamos al elevador y nos atacamos de risa.
Mina era mi mejor amiga. Desde que había llegado al bufete, hacía un año, se había portado muy amable conmigo. Su espontaneidad y alegría hizo mi estadía más agradable. Desde entonces éramos muy cercanas.

- ¡Que envidia te tengo! - mencionó apesadumbrada, mientras se recargaba en la pared del elevador.

- No seas tonta... tu jefe también es muy guapo. - señale restándole importancia.

- Sí, pero el tuyo lo es más - hizo el mismo gesto que yo hice anteriormente - Además, el señor Chiba es casado, ni loca intentaría algo, aunque sí, es muy guapo - se puso roja con tan solo mencionarlo.

Rompí en risas.

- Bueno, yo ni siquiera sé si el señor Kou es casado - me toqué la barbilla pensando. - Pero aunque lo fuera, nada me quita verlo y admirarlo.

Ahora fue Mina la que rió.

- ¡Ay Serena! Si Andrew te escuchara... - levante mis hombros restándole importancia.

Cuando llegamos al primer piso, me despedí de ella. Fui hasta el estacionamiento y me monté en el auto del bufete. Llegué hasta el Juzgado e hice todas mis diligencias, para cuando volví ya era pasado del medio día.

- Buenas tardes. He vuelto. - entré en mi oficina y dejé mis cosas sobre mi escritorio. El señor Kou estaba tan sumergido en sus asuntos que ni siquiera me respondió. Ignoré ese hecho y me acerqué hasta él. Puse sobre su escritorio los papeles que había traído del Juzgado. Por fin levantó su mirada y me vio.

Enamorada de mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora